Primero fue la asesoría económica de Bush, que redujo de 2,9 a 2,3% la proyección para el PBI en 2007 (para varios analistas, la cifra sigue optimista). Luego, el BCE elevó la tasa básica de 3,75 a 4% anual y golpeó las bolsas el mipercoles. Esos factores, las obsesiones inflacionarias de Benjamin Bernanke y el riesgo de que dos burbujas –bursatil, compras apalancadas- aflojen tuvieron efectos negativos en diversa plazas. En Wall Street, por otra parte, el jueves retrocedieron nuevamente Exxon Mobil, International Business Machines y Cisco Systems.
En la cartera Standard&Poor’s 500, esas cotizantes estelares y un pequeño grupo causaron la tercera baja en tres días. Como si fuera poco, el departamento federal de trabajo informó que los costos industriales subieron más de lo supuesto. Por el contrario, la productividad cedió también más de lo esperado. Nuevas predicciones de la Reserva Federal en lo tocante al ritmo de los precios no fueron tomadas muy en serio.
En ese contexto, el S&P 500 perdía 0,9% a 1.490,7. Sus diez sectores principales apuntaban hacia abajo. El DJ industrial se desplomaba 1,5% a 13.266,7 puntos. Más castigado que ellos, el Nasdaq compuesto descendía casi 1,8%, a 2.541,48 puntos. Por su parte, los bonos de tesorería bajaron de precio, por lo cual los rindes –o sea las tasas largas- alcanzaban picos en casi año y medio: 5,16% a diez años, 5,23% a treinta.
Primero fue la asesoría económica de Bush, que redujo de 2,9 a 2,3% la proyección para el PBI en 2007 (para varios analistas, la cifra sigue optimista). Luego, el BCE elevó la tasa básica de 3,75 a 4% anual y golpeó las bolsas el mipercoles. Esos factores, las obsesiones inflacionarias de Benjamin Bernanke y el riesgo de que dos burbujas –bursatil, compras apalancadas- aflojen tuvieron efectos negativos en diversa plazas. En Wall Street, por otra parte, el jueves retrocedieron nuevamente Exxon Mobil, International Business Machines y Cisco Systems.
En la cartera Standard&Poor’s 500, esas cotizantes estelares y un pequeño grupo causaron la tercera baja en tres días. Como si fuera poco, el departamento federal de trabajo informó que los costos industriales subieron más de lo supuesto. Por el contrario, la productividad cedió también más de lo esperado. Nuevas predicciones de la Reserva Federal en lo tocante al ritmo de los precios no fueron tomadas muy en serio.
En ese contexto, el S&P 500 perdía 0,9% a 1.490,7. Sus diez sectores principales apuntaban hacia abajo. El DJ industrial se desplomaba 1,5% a 13.266,7 puntos. Más castigado que ellos, el Nasdaq compuesto descendía casi 1,8%, a 2.541,48 puntos. Por su parte, los bonos de tesorería bajaron de precio, por lo cual los rindes –o sea las tasas largas- alcanzaban picos en casi año y medio: 5,16% a diez años, 5,23% a treinta.