En realidad, la cosa no es tan así. Sucede que el gasoil, referencia para el aceute de calefacción en Estados Unidos y del diésel oil en Europa occidental, ha subido más de la cuentas. En este momento, cuesta US$ 1.005 la tonelada métrica, un récord, allende el Atlántico.
Como si eso fuese poco, la finesa Neste Oil, informó que deberá sufrir casi € 40 millones en pérdida de producción. Ello se debe a reparaciones por causa de un incendio en la nueva línea de diésel oil en la refinería de Porvoo.
Los niveles del lunes se acercan otra vez al récord absoluto de US$ 111,80 para el WTI y 110,70 para el Brent, el 17 de marzo. Lo extraños, hasta sospechoso, es que este repunte coincida con malas expectativas económicas en EE.UU. Especialmente, en términos de demanda real, no de especulaciones a futuro.
En tren de pretextos para fogonear burbujas, ciertos analistas y medios especializados “esperan” que Grupo de los 7 justifique tan súbito optimismo. Este fin de semana, en Washington, se reúnen EE.UU., Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Holanda e Canadá. Los exaltados suponen que de allí saldrá una fórmula mágica ara aliviar la crisis crediticia y superar las vulnerabilidades norteamericanas. Entonces, todos se aprestan a comprar cualquier tipo de activo.
El casino bursátil se preparaba para una semana de euforia. Hongkong subió 1,29%, Tokio 1,18% y Singapur 0,94%. Horas después, Fráncfort amainaba a 0,85%, pero Londres llegaba a 1,14%. En Wall Street, la onda se cortó antes de lo supuesto: Dow Jones 30 quedaba neutro, el Nasdaq perdió 0,26% y el Standard&Poor’s 500 avanzó apenas 0,16%.
En realidad, la cosa no es tan así. Sucede que el gasoil, referencia para el aceute de calefacción en Estados Unidos y del diésel oil en Europa occidental, ha subido más de la cuentas. En este momento, cuesta US$ 1.005 la tonelada métrica, un récord, allende el Atlántico.
Como si eso fuese poco, la finesa Neste Oil, informó que deberá sufrir casi € 40 millones en pérdida de producción. Ello se debe a reparaciones por causa de un incendio en la nueva línea de diésel oil en la refinería de Porvoo.
Los niveles del lunes se acercan otra vez al récord absoluto de US$ 111,80 para el WTI y 110,70 para el Brent, el 17 de marzo. Lo extraños, hasta sospechoso, es que este repunte coincida con malas expectativas económicas en EE.UU. Especialmente, en términos de demanda real, no de especulaciones a futuro.
En tren de pretextos para fogonear burbujas, ciertos analistas y medios especializados “esperan” que Grupo de los 7 justifique tan súbito optimismo. Este fin de semana, en Washington, se reúnen EE.UU., Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Holanda e Canadá. Los exaltados suponen que de allí saldrá una fórmula mágica ara aliviar la crisis crediticia y superar las vulnerabilidades norteamericanas. Entonces, todos se aprestan a comprar cualquier tipo de activo.
El casino bursátil se preparaba para una semana de euforia. Hongkong subió 1,29%, Tokio 1,18% y Singapur 0,94%. Horas después, Fráncfort amainaba a 0,85%, pero Londres llegaba a 1,14%. En Wall Street, la onda se cortó antes de lo supuesto: Dow Jones 30 quedaba neutro, el Nasdaq perdió 0,26% y el Standard&Poor’s 500 avanzó apenas 0,16%.