Sobre el cierre neoyorquino, los tejanos ligeros amainaban a US$ 126 el barril, si bien el máximo había sido 126,90. En Londres, el Brent nórdico rozó US$ 125 para cerrar en 124,10. De todos modos, todas esas cifras seguían rondando alrededor de récords absolutos.
Si, horas antes de las aperturas, muchos apostaban a un repliegue de valores, como el del lunes, olas de compras especulativas se desencadenaron sobre Londres y Nueva York. Al margen de efímeras bajas, el WTI pasó de US$ 110,50 el 30 de abril a ese 126; vale decir, 14% en diez jornadas.
Naturalmente, pretextos “objetivos” siempre hay. En este caso, se combinan problemas en el mar del Norte, violencia guerrillera en Nigeria y galopante demanda de combustibles refinados en Estados Unidos y la Eurozona. Eso incluye diésel oil y gasoil.
Sobre el cierre neoyorquino, los tejanos ligeros amainaban a US$ 126 el barril, si bien el máximo había sido 126,90. En Londres, el Brent nórdico rozó US$ 125 para cerrar en 124,10. De todos modos, todas esas cifras seguían rondando alrededor de récords absolutos.
Si, horas antes de las aperturas, muchos apostaban a un repliegue de valores, como el del lunes, olas de compras especulativas se desencadenaron sobre Londres y Nueva York. Al margen de efímeras bajas, el WTI pasó de US$ 110,50 el 30 de abril a ese 126; vale decir, 14% en diez jornadas.
Naturalmente, pretextos “objetivos” siempre hay. En este caso, se combinan problemas en el mar del Norte, violencia guerrillera en Nigeria y galopante demanda de combustibles refinados en Estados Unidos y la Eurozona. Eso incluye diésel oil y gasoil.