El modelo utilizado para la reapertura de la empresa fue desarrollado por primera vez en Finlandia y reelaborado en la Universidad Nacional de La Plata. Así explicó el Ing. Luis Prego (UNLP) el 18 de junio pasado en una conferencia en la Cámara de Diputados de la Nación.
Para la reelaboración contaron con el apoyo de la Unión Obrera Metalúrgica, de la Municipalidad de Avellaneda, de la Cámara de Diputados de la Nación y el Banco de la Provincia de Buenos Aires.
Se trata de la conformación de un complejo productivo tipo “cluster”, o sea, una concentración sectorial y/o geográfica de empresas que se integran de manera vertical y horizontal a efectos de llevar a cabo una acción conjunta.
A través del modelo se integran a pequeñas y medianas empresas con miras a mejorar la eficiencia colectiva y generar beneficios para todos los integrantes de la agrupación.
Las políticas y objetivos del complejo, que funciona en el predio de SIAM en Avellaneda, son definidos por un ente intersectorial que está integrado por sectores estatales, industriales, financieros y del trabajo.
“El caso SIAM es paradigmático”, explicó Oscar Laborde, intendente de Avellaneda: se trata de 400 obreros y 20 empresas con una estrategia común”.
El complejo productivo funciona en Avellaneda, en un predio de 10 hectáreas, con capacidad para radicar hasta 300 empresas. Por ahora, sólo plantea la sustitución de importaciones y la venta a Uruguay, Brasil, Chile y Paraguay.
El modelo utilizado para la reapertura de la empresa fue desarrollado por primera vez en Finlandia y reelaborado en la Universidad Nacional de La Plata. Así explicó el Ing. Luis Prego (UNLP) el 18 de junio pasado en una conferencia en la Cámara de Diputados de la Nación.
Para la reelaboración contaron con el apoyo de la Unión Obrera Metalúrgica, de la Municipalidad de Avellaneda, de la Cámara de Diputados de la Nación y el Banco de la Provincia de Buenos Aires.
Se trata de la conformación de un complejo productivo tipo “cluster”, o sea, una concentración sectorial y/o geográfica de empresas que se integran de manera vertical y horizontal a efectos de llevar a cabo una acción conjunta.
A través del modelo se integran a pequeñas y medianas empresas con miras a mejorar la eficiencia colectiva y generar beneficios para todos los integrantes de la agrupación.
Las políticas y objetivos del complejo, que funciona en el predio de SIAM en Avellaneda, son definidos por un ente intersectorial que está integrado por sectores estatales, industriales, financieros y del trabajo.
“El caso SIAM es paradigmático”, explicó Oscar Laborde, intendente de Avellaneda: se trata de 400 obreros y 20 empresas con una estrategia común”.
El complejo productivo funciona en Avellaneda, en un predio de 10 hectáreas, con capacidad para radicar hasta 300 empresas. Por ahora, sólo plantea la sustitución de importaciones y la venta a Uruguay, Brasil, Chile y Paraguay.
