Con frecuencia se ha caracterizado la creatividad como una de las cualidades definitorias
del emprendedor, tal vez porque la esencia del emprendimiento es crear un nuevo
negocio. Ya sea que se trate de una nueva idea o de un nuevo mercado para una
idea conocida. Muchos aspirantes a emprendedores viven a la pesca de esa idea
creativa que encaje justo con lo que buscan. La más grande característica
de un aventura empresarial exitosa es que el negocio es algo que el emprendedor
ama, algo que colma sus necesidades creativas.
Cuando la marcha se pone difícil, como ocurre en toda aventura, es ese
amor lo que la lleva adelante. ¿Quiere esto decir que los emprendedores
tienen una cualidad creativa esencial que los distingue de los demás? ¿Es
eso parte de un talento artístico?
Los emprendedores tienen una capacidad especial para ver oportunidades y aprovecharlas
que parece ser intuitiva, pero una y otra vez podemos citar numerosos ejemplos
de persistencia y determinación, habilidades no creativas, que son responsables
del éxito de las aventuras empresariales. De manera que la intuición
no es la suma total de un emprendedor. Lo que sí parece ser esencial es
la capacidad para abrir la mente a nuevas ideas y formas de hacer cosas. Y ése
es un talento que se puede desarrollar.
“No se me ocurrió que podía usar mi cerebro.” –
Evan Dando
Recursos para desarrollar creatividad abundan. El desafío es separar lo
útil de lo irrelevante. Ciertamente, algunos de los líderes en este
campo son Edward de Bono, creador del concepto de pensmiento lateral y autor de
Six Thinking Hats; Michael Michalko, creador de Thinkertoys y autor de
Cracking Creativity, y Julia Cameron, autora de The Artists´s Way.
Cada uno de esos expertos tiene un método diferente: de Bono el juego de
roles; Michalko la exploración de los procesos de pensamiento de algunos
de los grandes genios creativos del mundo, y Cameron con sus inspiradoras técnicas
periodísticas. Pero cada uno ayuda a ver alternativas que no habían
sido evidentes – y eso es lo que inspira la creatividad. Cada uno de esos libros
da una cantidad de maneras para encontrar el propio sentido de la creatividad.
“El descubrimiento consiste en mirar la misma cosa que mira todo el mundo
y pensar algo diferente”- Albert Szent-Gyorgyi
Además, hay una increíble cantidad de herramientas para expandir
la base de ideas a disposición. Una de las más viejas, el mapeo
de la mente, se ha convertido en un lugar común en los cursos de escritura
creativa, pero sus principios son simples para usar y aplicables a muchas situaciones.
Con un mapa de la mente, uno toma una idea central que quiere desarrollar, tal
vez una habilidad que usted tenga y alrededor de la cual quiera desarrollar un
negocio. A partir de una palabra (que implica una idea) usted consigna cinco o
diez ideas principales que ,para usted, tengan relación con esa palabra.
Luego el proceso se repite con cada una de las palabras que acaba de agregar.
La idea es escribir todo aquello que le venga a la mente en forma inmediata, sin
detenerse a sospesar los pro y los contra. De esta forma usted no está
descartando ideas demasiado temprano en el proceso creativo. El mapa resultante
da una nueva perspectiva en cuanto a conectar ideas que tal vez no estén
a la vista cuando se piensa sobre la idea solamente.
Hay infinidad de otros métodos. Algunos son “Thought Stimulators“,
“Mind Manager and Idea Fisher“, “Thought Expanders”
y “Creativity Web“. Cualquier sea el que elija, disfrútelo.
Ésa es la esencia y la adicción de la creatividad – el goce y la
estimulación mental que ofrece. Disfrute, y mientras tanto tal vez aparezca
el camino correcto para su aventura empresarial.
“Si todos piensan igual, alguien no está pensando.”
– George S. Patton, Jr.
Con frecuencia se ha caracterizado la creatividad como una de las cualidades definitorias
del emprendedor, tal vez porque la esencia del emprendimiento es crear un nuevo
negocio. Ya sea que se trate de una nueva idea o de un nuevo mercado para una
idea conocida. Muchos aspirantes a emprendedores viven a la pesca de esa idea
creativa que encaje justo con lo que buscan. La más grande característica
de un aventura empresarial exitosa es que el negocio es algo que el emprendedor
ama, algo que colma sus necesidades creativas.
Cuando la marcha se pone difícil, como ocurre en toda aventura, es ese
amor lo que la lleva adelante. ¿Quiere esto decir que los emprendedores
tienen una cualidad creativa esencial que los distingue de los demás? ¿Es
eso parte de un talento artístico?
Los emprendedores tienen una capacidad especial para ver oportunidades y aprovecharlas
que parece ser intuitiva, pero una y otra vez podemos citar numerosos ejemplos
de persistencia y determinación, habilidades no creativas, que son responsables
del éxito de las aventuras empresariales. De manera que la intuición
no es la suma total de un emprendedor. Lo que sí parece ser esencial es
la capacidad para abrir la mente a nuevas ideas y formas de hacer cosas. Y ése
es un talento que se puede desarrollar.
“No se me ocurrió que podía usar mi cerebro.” –
Evan Dando
Recursos para desarrollar creatividad abundan. El desafío es separar lo
útil de lo irrelevante. Ciertamente, algunos de los líderes en este
campo son Edward de Bono, creador del concepto de pensmiento lateral y autor de
Six Thinking Hats; Michael Michalko, creador de Thinkertoys y autor de
Cracking Creativity, y Julia Cameron, autora de The Artists´s Way.
Cada uno de esos expertos tiene un método diferente: de Bono el juego de
roles; Michalko la exploración de los procesos de pensamiento de algunos
de los grandes genios creativos del mundo, y Cameron con sus inspiradoras técnicas
periodísticas. Pero cada uno ayuda a ver alternativas que no habían
sido evidentes – y eso es lo que inspira la creatividad. Cada uno de esos libros
da una cantidad de maneras para encontrar el propio sentido de la creatividad.
“El descubrimiento consiste en mirar la misma cosa que mira todo el mundo
y pensar algo diferente”- Albert Szent-Gyorgyi
Además, hay una increíble cantidad de herramientas para expandir
la base de ideas a disposición. Una de las más viejas, el mapeo
de la mente, se ha convertido en un lugar común en los cursos de escritura
creativa, pero sus principios son simples para usar y aplicables a muchas situaciones.
Con un mapa de la mente, uno toma una idea central que quiere desarrollar, tal
vez una habilidad que usted tenga y alrededor de la cual quiera desarrollar un
negocio. A partir de una palabra (que implica una idea) usted consigna cinco o
diez ideas principales que ,para usted, tengan relación con esa palabra.
Luego el proceso se repite con cada una de las palabras que acaba de agregar.
La idea es escribir todo aquello que le venga a la mente en forma inmediata, sin
detenerse a sospesar los pro y los contra. De esta forma usted no está
descartando ideas demasiado temprano en el proceso creativo. El mapa resultante
da una nueva perspectiva en cuanto a conectar ideas que tal vez no estén
a la vista cuando se piensa sobre la idea solamente.
Hay infinidad de otros métodos. Algunos son “Thought Stimulators“,
“Mind Manager and Idea Fisher“, “Thought Expanders”
y “Creativity Web“. Cualquier sea el que elija, disfrútelo.
Ésa es la esencia y la adicción de la creatividad – el goce y la
estimulación mental que ofrece. Disfrute, y mientras tanto tal vez aparezca
el camino correcto para su aventura empresarial.
“Si todos piensan igual, alguien no está pensando.”
– George S. Patton, Jr.