domingo, 22 de diciembre de 2024

Empresa, marca e innovación

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En los negocios la imitación es moneda corriente. Si a otro le dio resultado, a mí también me dará. Esto, según expresó Jonas Ridderstråle en el 40º Congreso de AEDIPE en Madrid, no funciona en entornos competitivos.

Jonas Ridderstråle, profesor asistente del Centro de Estudios Avanzados
de Dirección en la Escuela de Económicas de Estocolmo y coautor,
junto con Kjell Nordström, de los superventas “Funky Business”
y “Karaoke Capitalism”, tuvo a su cargo la conferencia inaugural del
congreso madrileño del año pasado.

A continuación, lo que dijo sobre las empresas, las marcas y el valor
de la innovación:

Vamos hacia una sociedad del bienestar, reflejado en que muchas grandes empresas
pertenecen a ese sector que hace más cómoda nuestra vida (por
ejemplo, los muebles de IKEA).

Cuando nos presentan a alguien lo primero que le preguntamos es ¿Usted
qué hace, a qué se dedica?. Lo mismo pasa con las empresas.

Lo que consume cada persona es una manera de poder identificarla (por las marcas).
Somos, según Ridderstråle, aquello que consumimos y ese consumo
es lo que mejor nos identifica de las demás personas.

Como definición, podemos decir que “mercado” es una máquina
que clasifica eficiencias. Parece que cada vez será más difícil
vivir y ganarse la vida.

Por ello debemos crear ventajas competitivas. Debemos conseguir nuestro propio
monopolio temporal.

La innovación y los valores como ventajas competitivas

Se estima que el 38% del rendimiento se debe a la autoconfianza, a creer en
uno mismo (optimismo, propia pericia, … ).

La diversidad es la madre de la innovación. La “reingeniería”
de los directivos es conseguir que los directivos sean diversos.

Debe confiarse en la creatividad de los trabajadores para generar ventajas
competitivas.

Jonas Ridderstråle, profesor asistente del Centro de Estudios Avanzados
de Dirección en la Escuela de Económicas de Estocolmo y coautor,
junto con Kjell Nordström, de los superventas “Funky Business”
y “Karaoke Capitalism”, tuvo a su cargo la conferencia inaugural del
congreso madrileño del año pasado.

A continuación, lo que dijo sobre las empresas, las marcas y el valor
de la innovación:

Vamos hacia una sociedad del bienestar, reflejado en que muchas grandes empresas
pertenecen a ese sector que hace más cómoda nuestra vida (por
ejemplo, los muebles de IKEA).

Cuando nos presentan a alguien lo primero que le preguntamos es ¿Usted
qué hace, a qué se dedica?. Lo mismo pasa con las empresas.

Lo que consume cada persona es una manera de poder identificarla (por las marcas).
Somos, según Ridderstråle, aquello que consumimos y ese consumo
es lo que mejor nos identifica de las demás personas.

Como definición, podemos decir que “mercado” es una máquina
que clasifica eficiencias. Parece que cada vez será más difícil
vivir y ganarse la vida.

Por ello debemos crear ventajas competitivas. Debemos conseguir nuestro propio
monopolio temporal.

La innovación y los valores como ventajas competitivas

Se estima que el 38% del rendimiento se debe a la autoconfianza, a creer en
uno mismo (optimismo, propia pericia, … ).

La diversidad es la madre de la innovación. La “reingeniería”
de los directivos es conseguir que los directivos sean diversos.

Debe confiarse en la creatividad de los trabajadores para generar ventajas
competitivas.

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