sábado, 21 de diciembre de 2024

Investigación cualitativa

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Investigar cualitativamente el mercado quiere decir averiguar cómo funciona la mente de la gente en los diversos aspectos de su vida. Cómo reaccionan las personas frente a un producto, un acontecimiento, una idea política, un anuncio.

La única forma de crear buenas estrategias de comunicación es conocer cómo funcionan los individuos y grupos a los que dirige sus productos. Conocer el modo de pensar de sus clientes actuales y potenciales. Es la única forma de poder establecer estrategias de comunicación con ellos.

El marketing tiene la obligación de obtener información que oriente la estrategia de creación de productos y de comunicación publicitaria. El objetivo es encontrar y salir al paso de deseos y necesidades no cubiertas, de modo que el consumidor encuentre en sus marcas lo que quiere o que, a partir de su publicidad, le surjan necesidades nuevas.

El objeto de la investigación no es, por tanto, el propio producto, la etiqueta o el anuncio, sino el modo cómo reacciona la mente de los consumidores para poder diseñar la estrategia de comunicación con ellos.

Para poder acceder a lo piensan y sienten los consumidores, la única vía posible es ponerlos a hablar. Sólo a través de lo que dicen se puede llegar a entender cómo funcionan y qué efectos producen los estímulos que les estamos proponiendo.

La investigación cualitativa, en todas sus técnicas, incluidas las proyectivas, tiene como objeto de investigación la palabra del consumidor: lo que dice.

La única forma de crear buenas estrategias de comunicación es conocer cómo funcionan los individuos y grupos a los que dirige sus productos. Conocer el modo de pensar de sus clientes actuales y potenciales. Es la única forma de poder establecer estrategias de comunicación con ellos.

El marketing tiene la obligación de obtener información que oriente la estrategia de creación de productos y de comunicación publicitaria. El objetivo es encontrar y salir al paso de deseos y necesidades no cubiertas, de modo que el consumidor encuentre en sus marcas lo que quiere o que, a partir de su publicidad, le surjan necesidades nuevas.

El objeto de la investigación no es, por tanto, el propio producto, la etiqueta o el anuncio, sino el modo cómo reacciona la mente de los consumidores para poder diseñar la estrategia de comunicación con ellos.

Para poder acceder a lo piensan y sienten los consumidores, la única vía posible es ponerlos a hablar. Sólo a través de lo que dicen se puede llegar a entender cómo funcionan y qué efectos producen los estímulos que les estamos proponiendo.

La investigación cualitativa, en todas sus técnicas, incluidas las proyectivas, tiene como objeto de investigación la palabra del consumidor: lo que dice.

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