La Palm Pilot no fue la primera en su tipo. Ya habían salido al mercado varios modelos de “asistentes personales digitales” (PDA), pero ninguno había logrado – como lograría la Palm Pilot– aceptación masiva. Concebida en un momento en que la empresa – Palm Inc.– tenía pocos empleados, poco dinero en el banco y pocas relaciones con los miembros de la cadena de valor, la empresa – que ya había hecho varios intentos fallidos — decidió comenzar desde cero y tomó una decisión fundamental. Diseñar y construir todo el aparato, software y hardware, en lugar de confiar en proveedores externos. Eso sí, utilizaría tantos componentes comprados como pudiera.
Una de las razones del éxito de la Palm fue su concepción enteramente centrada en el usuario. Tenía que caber en el bolsillo de una camisa y tenía que costar menos de US$ 299. Su objetivo no era reemplazar a la PC sino convertirse complementarla, convertirse en accesorio; de modo que había que adjuntarle un software sincronizador. También era necesario reducir el número de aplicaciones por cuestiones de espacio y de costo, pero también aumentar el nivel de usabilidad.
Todo eso se logró y el resultado fue que la Palm triunfó donde sus rivales habían fallado.
La Palm Pilot no fue la primera en su tipo. Ya habían salido al mercado varios modelos de “asistentes personales digitales” (PDA), pero ninguno había logrado – como lograría la Palm Pilot– aceptación masiva. Concebida en un momento en que la empresa – Palm Inc.– tenía pocos empleados, poco dinero en el banco y pocas relaciones con los miembros de la cadena de valor, la empresa – que ya había hecho varios intentos fallidos — decidió comenzar desde cero y tomó una decisión fundamental. Diseñar y construir todo el aparato, software y hardware, en lugar de confiar en proveedores externos. Eso sí, utilizaría tantos componentes comprados como pudiera.
Una de las razones del éxito de la Palm fue su concepción enteramente centrada en el usuario. Tenía que caber en el bolsillo de una camisa y tenía que costar menos de US$ 299. Su objetivo no era reemplazar a la PC sino convertirse complementarla, convertirse en accesorio; de modo que había que adjuntarle un software sincronizador. También era necesario reducir el número de aplicaciones por cuestiones de espacio y de costo, pero también aumentar el nivel de usabilidad.
Todo eso se logró y el resultado fue que la Palm triunfó donde sus rivales habían fallado.