jueves, 26 de diciembre de 2024

Avisos que muestran sentimientos encontrados

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Un estudio reciente realizado por profesores de marketing de la universidad de Pennsylvania, descubrió que la combinación de emociones opuestas puede ser persuasiva y aceptada. Eso es algo que tradicionalmente la publicidad siempre evitó.

El equipo de trabajo comenzó analizando dos avisos recientes. Uno de ellos, de Coca Cola Diet, que termina con el siguiente texto: “Me hace reír hasta cuando estoy enojado”. El otro, de una compañía de seguros, muestra la cara de una mujer que trasunta profunda tristeza por la muerte de su marido y luego cierta tranquilidad cuando descubre la póliza de seguro de vida que le ha dejado.

El uso de sentimientos encontrados como ésos, va directamente en contra de una de las grandes máximas de la publicidad: que el poder de persuasión se encuentra sólo en emociones positivas simples.

El grupo de investigación, conducido por la profesora Patti Williams, optó por mostrar a dos grupos diferentes de estudiantes avisos publicitarios que daban idea de felicidad y tristeza a la vez. Uno de los grupos estaba formado por estudiantes norteamericanos de origen asiático y el otro, por angloamericanos.

Descubrieron que el primer grupo se encontraba mucho más a gusto con mensajes con contenido emocional mixto, tal vez porque los pueblos asiáticos tienen más presente que Occidente que una alegría viene casi siempre acompañada de una tristeza, por ejemplo.

Una de las conclusiones del trabajo, por ende, recomienda a los anunciantes tener en cuenta que algunos grupos demográficos no tienen tan marcados los prejuicios culturales sobre sentimientos encontrados contra los que advierte la teoría publicitaria clásica.

El equipo de trabajo comenzó analizando dos avisos recientes. Uno de ellos, de Coca Cola Diet, que termina con el siguiente texto: “Me hace reír hasta cuando estoy enojado”. El otro, de una compañía de seguros, muestra la cara de una mujer que trasunta profunda tristeza por la muerte de su marido y luego cierta tranquilidad cuando descubre la póliza de seguro de vida que le ha dejado.

El uso de sentimientos encontrados como ésos, va directamente en contra de una de las grandes máximas de la publicidad: que el poder de persuasión se encuentra sólo en emociones positivas simples.

El grupo de investigación, conducido por la profesora Patti Williams, optó por mostrar a dos grupos diferentes de estudiantes avisos publicitarios que daban idea de felicidad y tristeza a la vez. Uno de los grupos estaba formado por estudiantes norteamericanos de origen asiático y el otro, por angloamericanos.

Descubrieron que el primer grupo se encontraba mucho más a gusto con mensajes con contenido emocional mixto, tal vez porque los pueblos asiáticos tienen más presente que Occidente que una alegría viene casi siempre acompañada de una tristeza, por ejemplo.

Una de las conclusiones del trabajo, por ende, recomienda a los anunciantes tener en cuenta que algunos grupos demográficos no tienen tan marcados los prejuicios culturales sobre sentimientos encontrados contra los que advierte la teoría publicitaria clásica.

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