viernes, 27 de diciembre de 2024

El mundo de las joyas imita al de la moda

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En un momento en que las grandes casas de moda ya incursionan en el terreno de las joyas – joyas auténticas y caras – los joyeros tradicionales se ven obligados a salir de su selecto reducto y pelear para que sus marcas sean reconocidas.

Para la entrega de los Oscars del próximo domingo Bulgari se asegurará de que la nominada Charlize Theron recorra la alfombra roja luciendo una pieza de su colección. El pasado mes de enero, durante la entrega de los Golden Globe Awards, la misma estrella y también Keira Knightley eran perseguidas por un representante de la casa Cartier, para asegurarse de que llevaran puestas piezas Cartier.

Antes las grandes casas de joyas – como Bulgari y Cartier – no parecían creer que tuvieran que recurrir al marketing como el resto de las actividades. De hecho se recluían en un círculo de prestigio al que sólo ingresaba un pequeño pero importante sector de la sociedad. Pero como todos sabemos, también el mundo del lujo de ha modificado. Ahora el lujo es consumido por mayor número de personas y, por lo tanto, tiene que abandonar su torre de cristal y correr al encuentro de su público. En consecuencia, si antes hacían un discretísimo uso del marketing, ahora se comportan cada vez más como los diseñadores de moda, acoplándose a las tendencias y cortejando famosos.

También como las casas de moda, están acelerando ciclos de diseño y producción e introduciendo la idea de temporadas, en algunos casos con lanzamiento de nuevas colecciones cada año. Algunos joyeros están lanzando, o volviendo a lanzar, accesorios de moda como carteras, anteojos para sol y perfumes para presentarse de manera más cercana a los diseñadores de ropa.

En realidad, lo que están haciendo las joyerías es salir a defender su territorio, pues los diseñadores de moda hace ya un tiempo que se vienen expandiendo hacia el área de las joyas caras. Ya lo hace, por ejemplo, Chanel, Louis Vuitton, Gucci, y Christian Dior. En el último desfile de modelos de Milán, Giorgio Armani presentó pesados broches en las solapas de sus blazers; en el de Bottega Veneta, de Gucci, un simple vestido marrón apareció realzado con una gruesa cadena de oro de la que pendía un dije de diamante con un precio de US$ 95.000.

Bulgari, a su vez, ha lanzado una línea de carteras con logo y una gama de precios entre US$ 820 y más de US$ 1000. También acaba de sacar una línea completa de anteojos de sol con marcos que traen incrustaciones de cristal Swarovski y precios entre US$ 255 y US$ 570.

Esta creciente superposición entre el mundo de la moda y el de las joyas se refleja en la publicidad. Tradicionalmente los joyeros evitaban recurrir a supermodelos y famosos y preferían sacar primeros planos de sus productos. Esa tradición se rompe esta semana: Chopard saca una campaña de avisos gráficos que muestran a la supermodelo Eva Herzigova. La italiana Casa Damiani SpA conversa con Gwyneth Paltrow y Jennifer Aniston para futuras campañas.

Los analistas que siguen de cerca el mercado del lujo calculan que esta tendencia hacia “la moda” se acentuará entre las grandes casas de joyas.

Cartier dio a conocer una nueva colección de joyas sobre el tema de una orquídea durante una gala del Fashion Week en Nueva York. Dos jóvenes diseñadores, Derek Lam e Isabel Toledo, finalistas en un certamen auspiciado por Cartier, crearon vestidos de fiesta inspirados en joyas Cartier para esa ocasión. Las modelos, algunas con los vestidos, otras con las joyas, circularon entre los invitados durante el cóctel. Las 55 piezas de la colección Cartier, con precios entre US$ 6.700 y US$ 2,5 millones, responden todas al tema de la orquídea.

Para la entrega de los Oscars del próximo domingo Bulgari se asegurará de que la nominada Charlize Theron recorra la alfombra roja luciendo una pieza de su colección. El pasado mes de enero, durante la entrega de los Golden Globe Awards, la misma estrella y también Keira Knightley eran perseguidas por un representante de la casa Cartier, para asegurarse de que llevaran puestas piezas Cartier.

Antes las grandes casas de joyas – como Bulgari y Cartier – no parecían creer que tuvieran que recurrir al marketing como el resto de las actividades. De hecho se recluían en un círculo de prestigio al que sólo ingresaba un pequeño pero importante sector de la sociedad. Pero como todos sabemos, también el mundo del lujo de ha modificado. Ahora el lujo es consumido por mayor número de personas y, por lo tanto, tiene que abandonar su torre de cristal y correr al encuentro de su público. En consecuencia, si antes hacían un discretísimo uso del marketing, ahora se comportan cada vez más como los diseñadores de moda, acoplándose a las tendencias y cortejando famosos.

También como las casas de moda, están acelerando ciclos de diseño y producción e introduciendo la idea de temporadas, en algunos casos con lanzamiento de nuevas colecciones cada año. Algunos joyeros están lanzando, o volviendo a lanzar, accesorios de moda como carteras, anteojos para sol y perfumes para presentarse de manera más cercana a los diseñadores de ropa.

En realidad, lo que están haciendo las joyerías es salir a defender su territorio, pues los diseñadores de moda hace ya un tiempo que se vienen expandiendo hacia el área de las joyas caras. Ya lo hace, por ejemplo, Chanel, Louis Vuitton, Gucci, y Christian Dior. En el último desfile de modelos de Milán, Giorgio Armani presentó pesados broches en las solapas de sus blazers; en el de Bottega Veneta, de Gucci, un simple vestido marrón apareció realzado con una gruesa cadena de oro de la que pendía un dije de diamante con un precio de US$ 95.000.

Bulgari, a su vez, ha lanzado una línea de carteras con logo y una gama de precios entre US$ 820 y más de US$ 1000. También acaba de sacar una línea completa de anteojos de sol con marcos que traen incrustaciones de cristal Swarovski y precios entre US$ 255 y US$ 570.

Esta creciente superposición entre el mundo de la moda y el de las joyas se refleja en la publicidad. Tradicionalmente los joyeros evitaban recurrir a supermodelos y famosos y preferían sacar primeros planos de sus productos. Esa tradición se rompe esta semana: Chopard saca una campaña de avisos gráficos que muestran a la supermodelo Eva Herzigova. La italiana Casa Damiani SpA conversa con Gwyneth Paltrow y Jennifer Aniston para futuras campañas.

Los analistas que siguen de cerca el mercado del lujo calculan que esta tendencia hacia “la moda” se acentuará entre las grandes casas de joyas.

Cartier dio a conocer una nueva colección de joyas sobre el tema de una orquídea durante una gala del Fashion Week en Nueva York. Dos jóvenes diseñadores, Derek Lam e Isabel Toledo, finalistas en un certamen auspiciado por Cartier, crearon vestidos de fiesta inspirados en joyas Cartier para esa ocasión. Las modelos, algunas con los vestidos, otras con las joyas, circularon entre los invitados durante el cóctel. Las 55 piezas de la colección Cartier, con precios entre US$ 6.700 y US$ 2,5 millones, responden todas al tema de la orquídea.

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