<p>Hilando fino, los contactos técnicos con el departamento estadístico del Fondo Monetario Internacional podrían ser esenciales para recomponer la fiabilidad del IPC, de la cual dependen algunas series de bonos. Una eventual asistencia de ese departamento sería una forma elegante de desplazar del primer plano a Guillermo Moreno (con él, a Néstor Kirchner).</p>
<p>A poco de saberse sobre esa misión técnica, medio rioplatenses que responden a dos gestores de fondos buitres (Charles Dallara, Nicola Stock) salieron a asociar esas gestiones y las futuras de Cristina Fernández Kirchner a los perennes reclamos de los bonistas que no entraron en el canje de 2004.</p>
<p>Ahora, con una variante: rebajar de US$ 30.500 a 20.000 millones el monto reclamado. Tomando la agenda de encuentros de la presidente, el canciller Jorge Taiana y el ministro de economía, Carlos Fernández, ese “<em>lobby</em>” ha fabricando diversos planteos a su medida.</p>
<p>El más sensato consiste en canjear bonos chatarra –en poder de fondos buitres, claro- por títulos largos indexados por variación del producto bruto interno. Pero, por supuesto, falta un paso: la reunión con el club de París, este mismo lunes.</p>
Sacar al Indec de la inanidad ¿meta de gestiones internacionales?
Tanto el viaje a Washington de Ana María Edwin, interventora en el instituto, como el de la presidente a Nueva York por la asamblea de la ONU-, tienen motivos ostensibles y no tanto. La clave reside en el índice de precios minoristas.