¿Una compañía aérea italiana con veintidós accionistas?
Roma espera el dictamen de la comisión europea sobre la sucesora de Alitalia. Todo será distinto pero, como temen sindicatos y la dirigencia opositora, se habrá perdido algo clave en materia de marketing: una marca tradicional.
29 octubre, 2008
En Argentina, mucho antes de venirse abajo en la península, Parmalat hizo lo mismo con La Vascongada. Así le fue. Ahora, se propone una sociedad en comandita por acciones (Compagnia Aerea Italiana, CAI), con € 1.100 millones de capital integrado, veintidós socios –seis nuevos- y una junta de quince vocales.
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Según el proyecto enviado este martes a Bruselas, la presidirá Roberto Colaninno, actual interventor de Alitalia. Pero el escaso brillo del ejecutivo, sospechan en Milán, oculta al poder real: Corrado Passera, director gerente del banco Intesa-SanPaolo. Rocco Sabelli encabezará la junta. Nada de eso apacigua los reparos del frente gremial: los sindicatos ven en Silvio Berlusconi y su gobierno un viejo enemigo, pese a sus rasgos neofascistas. </p>
<p>La comisión europea debe expedirse a mediados de noviembre. Después, habrá apenas dos semanas para la CAI renegocie rutas, uso de terminales y sistema de reservas. Todo ello, afectado por la extinción societaria de Alitalia. En este plano, lo mismo ocurriría si se dejase quebrar a Aerolíneas Argentinas (aunque no a Austral), pues –en ambos casos- el tema línea de bandera se asocia a la marca. </p>
<p>Los cinco accionistas mayores deberán aportar más de € 100 millones cada uno. Se trata de Atlantis, un fondo privado, Mauricio Traglio (MPA), grupo Fontana, Intek (otro fondo) y la familia napolitana Carbonelli-d’Angelo. Se van de la junta Gavio, Marcegaglia, Maccaferri, Fossati y el fondo Clessidra. Ingresan o subsisten el inevitable Marco Tronchetti Provera, Fausto Marchionni, Angelo Riva, Gianluigi Aponte, Francesto Caltagirone –otro ubicuo-, Conrado Fratino (hermano del canciller, Franco), Salvatore Mancuso, Paolo Mattioli y, eventualmente, Carlos Toto (Air One). “Demasiada gente para € 1.100 millones, que no serian casi nada para Warren Buffett o George Soros”, tronaba el “Financial Times”. </p>