Aun en medio de la mayor rebaja del tipo básico en la breve historia del BCE, Trichet se niega a explicar qué hará los instrumentos convencionales no logran evitar la deflación. En tanto el funcionario acepta, por primera vez, la posibilidad de medidas no convencionales, preocupa su renuencia a identificarlas.
En la otra vereda, Francia, otros países y muchos expertos sostienen que el BCE no debiera remar contra la corriente y afrontar los riesgos deflatorios. Ello requiere tomarlos en serio y preparar un plan contingente para neutralizarlos. Su falta hace que Trichet vaya muy a la zaga de la Reserva Federal y Berjamin Bernanke.
El lunes 1º, en efecto, BB señaló que la RF contempla apelar a políticas alternativas, por ejemplo recompra de bonos federales y eventual rebaja a 1% en la tasa básica. A su vez Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra, y su colega sueco reconocían ya en noviembre el peligro de las “tasas japonesas”, o sea casi cero.
En su lugar, Trichet insiste en no abandonar las recetas ortodoxas antes de agotarlas y encarar otras. La tasa básica actual del BCE, 2,5% (tras bajar 75 puntos, desde 3,25% anual), sigue siendo la mayor en el grupo de los Siete. El tozudo ingeniero civil aún al timón rechaza el riesgo deflacionario y apenas menciona la recompra de activos, sin aclaraciones.
Aun en medio de la mayor rebaja del tipo básico en la breve historia del BCE, Trichet se niega a explicar qué hará los instrumentos convencionales no logran evitar la deflación. En tanto el funcionario acepta, por primera vez, la posibilidad de medidas no convencionales, preocupa su renuencia a identificarlas.
<p>En la otra vereda, Francia, otros países y muchos expertos sostienen que el BCE no debiera remar contra la corriente y afrontar los riesgos deflatorios. Ello requiere tomarlos en serio y preparar un plan contingente para neutralizarlos. Su falta hace que Trichet vaya muy a la zaga de la Reserva Federal y Berjamin Bernanke.</p>
<p>El lunes 1º, en efecto, BB señaló que la RF contempla apelar a políticas alternativas, por ejemplo recompra de bonos federales y eventual rebaja a 1% en la tasa básica. A su vez Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra, y su colega sueco reconocían ya en noviembre el peligro de las “tasas japonesas”, o sea casi cero.</p>
<p>En su lugar, Trichet insiste en no abandonar las recetas ortodoxas antes de agotarlas y encarar otras. La tasa básica actual del BCE, 2,5% (tras bajar 75 puntos, desde 3,25% anual), sigue siendo la mayor en el grupo de los Siete. El tozudo ingeniero civil aún al timón rechaza el riesgo deflacionario y apenas menciona la recompra de activos, sin aclaraciones.</p>
<p> </p>