<p>Tras perderse 598.000 empleos en enero, la tasa de desocupación sube a 7,6% de la población activa, récord desde 1982. Todavía quedarán millones en la calle antes de que los estímulos surtan efecto. “Estamos en caída libre”, sostuvo el presidente. Con el nuevo informe en mano, Obama abandonó su estilo frío y tolerante. “Ocho años de aplicar esas ideas generaron esta crisis terminal y multiplicaron la deuda nacional”, agregó.<br />
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Según el Departamento Federal de Trabajo, la caída mensual es la más pronunciada desde diciembre de 1974. “Nos hallamos en medio de un severo, violento colapso de actividad que podría durar meses”, señala el economista James Galbraith.<br />
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Eso desvirtúa objeciones republicanas al plan de estímulos. Hace tres días, era tachado de excesivo por el mismo Senado que acaba de elevarlo de US$ 819.000 a 884.000 millones.<br />
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Obama, que se esperaba algo así, presionó hasta cerrar la aprobación de la cámara alta. El lunes anunciará nuevos esfuerzos para reactivar el crédito a familias, pequeñas u medianas empresas. Pero el deterioro laboral difícilmente se remonte este semestre.<br />
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“Las variables socioeconómicas siguen castigadas por la serie de crisis iniciada con el colapso hipotecario de 2007”, subraya Narimán Behravesh, de IHS Global Insight. “Se perderán de dos a tres millones de empleos adicionales antes de que la onda entre en reflujo”.</p>
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Merced al desempleo, Barack Obama se impuso al Senado
A última hora del viernes, el paquete de estímulos (US$ 884.000 millones) venció la obstinada resistencia de los republicanos, que defendían el ideario de George W. Bush. “No me vengan con argumentos gastados”, les espetó el presidente.