<p>Esta contracción es la más fuerte desde 1982, según informa el departamento federal de comercio. El gasto de las personas, casi 70% del PBI, declinó al mayor ritmo en casi tres decenios. Cabe aclarar que el consumo forma parte de esos gastos, no el todo. <br />
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El cuadro recesivo que refleja ese desbarranque persistirá –en el mejor de los casos- seis meses en términos de creciente desempleo o menores ventas. Los esfuerzos de Barack Obama para atenuar la mayor crisis sistémica internacional desde 1933/7 no aportarán alivio inmediato. <br />
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El sector privado estadounidense continuará despidiendo gente. Los grandes bancos se sospechan insolventes. General Motors y Chrysler orillan la bancarrota. Proliferan síntomas negativos en tecnología, telecomunicaciones, celulares o seguros. <br />
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En otro plano, la industria se contrajo ese mes, junto con la confianza del público. Los gurúes se equivocaron apostando a bajas de 3,8/5,4% en el PBI. La segunda economía mundial se había contraído apenas 0,5% en el tercer trimestre 2008. El actual estará mucho más cerca del cuarto. En todo el año pasado, entonces, el PBI creció sólo 1,1%. </p>
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En EE.UU., el PBI cayó 6,2% anual en el cuarto trimestre
Se esperaba que fuera 5,4%. Pero ¡oh sorpresa!, el producto bruto interno estadounidense se desplomó a razón de 6,2% anual en octubre-diciembre. Nadie anticipó que los efectos del menor gasto familiar o empresario se conjugasen tanto con la baja de exportaciones.