<p><em>Por Valeria Melon</em></p>
<p>Una alternativa muy interesante es volver la vista atrás y reparar en piezas diseñadas concienzudamente por los grandes exponentes de la arquitectura modernista. Estos sillones fueron el fruto de profundas investigaciones tecnológicas, ergonómicas, formales y básicamente funcionales. <br />
No es de extrañar, entonces, que la racionalista Chaise Longue de Le Corbusier (1928) o la célebre Luonge Chair de Charles Eames (1956) nos hagan sentir tan cómodos como sobre almohadones. Entre los exponentes argentinos de esta época se destacan el BKF diseñado por Bonet, Kurchan y Ferrari-Hardoy (1938), el sillón Safari en madera y cuero de Amancio Willams (1945), la butaca Madrid encomendada a Bucho Baliero (1967), el sillón Rolo de tubos giratorios creado por Reynaldo Leiro (1969) y el sillón U de Herman Loos (1972).<br />
Pero, por suerte, no todo el talento quedó en el pasado. Entre las novedades argentinas del nuevo milenio, está el sillón basculante Placentero de BrionExperimental que hoy se vende hasta en Finlandia. Otro diseñador joven de gran reconocimiento internacional en cuanto a diseño de sillones relax es el galés Ron Arad, quien trabaja con simples láminas de policarbonato. <br />
Como exponentes fieles del deconstructivismo, están los inusitados muebles de cartón prensado creados por el célebre Frank Ghery. <br />
Del nuevo diseño italiano se destacan cada año las creaciones de grandes referentes contemporáneos como Alessandro Mendini o Alberto Meda y junto a ellos cientos de alternativas internacionales que se dan cita en la famosa Feria de Mueble de Milán.<br />
Estos verdaderos “monumentos al hombre en reposo” están siendo editados por innumerables fábricas en todo el mundo. Y aquí un detalle importante. Cuanto más fiel sea la fabricación del sillón con las indicaciones originales de sus autores, en cuanto a medidas, materiales y técnicas, más cómodo será. Sino, simplemente servirá para admirarlo desde lejos. <br />
Entre las más célebres fabricantes internacionales se destacan la estadounidense Herman Miller, la italiana Capellini, la alemana Vitra y la francesa Roche Bobois (con tres locales en la calle Arenales). Pero en la Argentina hay también excelentes exponentes como Manifesto, Buró, Newton o Fontenla.<br />
Buscar el sillón adecuado puede llevar meses, pero el placer estará asegurado por varias generaciones.</p>
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Secretos de un buen sillón
Si bien este tipo de equipamiento siempre existió e incluso se estandarizó transformándose en un ícono del sedentarismo estadounidense, hoy vuelve a valorarse con propuestas de lo más variadas.