<p>Los esfuerzos oficialistas persiguen reestructurar todo el sistema de asistencia médica. A efectos de proteger a la gente de menores recursos, el objeto consiste en terminar con ciertas prácticas del sector. Por ejemplo, no internar pacientes muy viejos o con historias clínicas complicadas. <br />
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Modificar radicalmente el sistema es máxima prioridad presidencial. Este mes, cuando los legisladores de ambos partidos se lancen a consultar sus bases, será clave para influir la opinión pública. En el caso republicano, se caracterizará el plan como un derroche de recursos. Más directos, los demócratas fundamentan su campaña en una pregunta del público: ¿qué significan las reformas para mí? <br />
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El perfil maniqueo de la campaña tiene sus riesgos, especialmente porque el grupo de presión más poderoso y ligado al seguro, <em>America’s Health Insurance Plans </em>(AHIP) ha planteado a sus miembros confrontar a los demócratas en todo tipo de tribuna. Por otra parte, si las tensiones se agudizan, las aseguradoras –que respaldan a esa entidad- patearán el tablero.<br />
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“El futuro de las reformas penderá de los contactos locales con la gente de ahora a fin de agosto”. Así afirma el diputado Christopher van Hollen (demócrata, Maryland), que coordina esfuerzos en la cámara baja. La oposición será implacable. En la cámara alta coordinan ya estrategias con la AHIP y otros allegados al seguro. Los senadores Thomas Coburn (un opulento médico de Oklahoma) y John Barrasso (colega de Wyoming) aprovecharán “Doctors show”, su espacio en Internet, para imponer una idea: “los demócratas nunca bajarán costos ni mejorarán calidad de atención”.</p>
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Seguro de salud: se viene una dura campaña en EE.UU.
Los republicanos y sus aliados en el negocio médico rechazan de plano las reformas de Barack Obama. Legisladores demócratas y grupos cívicos inician agosto abogando por cambios drásticos en cuanto a seguro social.