<p>El pacto abarca cuatro submarinos convencionales “Scorpène”, cascos para unidades nucleares, cincuenta helicópteros de transporte militar “Cougar” EC-725 y, en el futuro, 36 cazas “Rafale” (en este caso, por US$ 5.500 millones). Buena parte del material saldrá de la firma francogermana European Aeronautica, Defence and Space (EADS), matriz de Airbus. <br />
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Este acuerdo convierte a Brasil en socio estratégico de Francia al sur del río Bravo y hasta el pasaje de Drake. Sin duda, redefine el tablero hemisférico y pone en evidencia que a Estados Unidos ya no le bastarán aliados incondicionales pero de menor tamaño, como Colombia, Perú, Panamá, Chile o Uruguay. <br />
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El pacto es, obviamente, una respuesta al aumento de tropas norteamericanas en Colombia –resistido por casi toda la región- y a la equívoca actitud de Washington respecto del golpe en Honduras. A la inversa, la alianza entre Rusia y Venezuela no se opone al dúo Francia-Brasil. Como se sabe, por otra parte, el programa militar brasileño apunta a proteger los inmensos recursos naturales –renovables y no renovables- de Amazonia. La mayor selva pluvial del planeta se prolonga al sudeste en el acuífero Parana-Paraguay-Uruguay, clave para Argentina, segundo país latinoamericano en extensión.<br />
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Nicolas Sarkozy combinó este acuerdo con un gesto geopolítico típico. Hablando con O globo, planteó “convertir el grupo de los ocho en uno de catorce países, incorporando Brasil, México, Argentina, India, Egipto y Sudáfrica”. En realidad, eso es casi el grupo de los 20, cuya próxima cumbre cae el 24 y el 25 del mes. El presidente francés estima “inútil insistir con el G-8”.</p>
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Brasil: armas francesas para defender recursos naturales
El paquete por US$ 12.000 millones supera la asistencia norteamericana a Colombia o la rusa a Venezuela. Pero el acuerdo francobrasileño parece claramente orientado a proteger recursos naturales de la Amazonia ¿contra Estados Unidos?