<p>En realidad la cifra que estima Naciones Unidas para el proyecto llega a US$ 100.000 millones, pero la Unión Europea –si prospera el plan Reinfeldt- aportaría la mitad. Al respecto, un bloque de organizaciones no gubernamentales señalaba en Bruselas un detalle interesante: Estados Unidos dedicó siete veces ese monto en fondos públicos para ayudar a malos banqueros en aprietos.</p>
<p>Sea como fuere, este fin de semana los 27 miembros de la UE aprobaron la propuesta de Reinfeldt en versión de máxima. El objeto original era que la región llegase a la cumbre, en pocas semanas, como un solo bloque. Se estima que Estados Unidos, Japón y Rusia unirán fuerzas en oposición, como sucedió en Kyoto hace diecisiete años.</p>
<p>Queda por verse qué harán los lideres emergentes, a saber India, Brasil, China, Australia y Sudáfrica. En el caso de Beijing, su gran dependencia del carbón (emite monóxido) puede inclinarla hacia los “antiverdes”. Por suuesto, éstos presionarán exigiendo a los países pobres y en desarrollo a firmar un conbenio específicamente dirigido contra emisiones de dióxido de carbono.</p>
<p>Reinfeldt tuvo que moverse mucho para aventar la resistencia de Polonia, Chequia, Hungria y las repúblicas bálticas. El grupo no quería aportar para reducir un efecto invernadero heredado de la omnipresente industria soviética. <br />
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Unión Europea: acuerdo inicial contra el efecto invernadero
Un acuerdo armado por el presidente de turno en la UE, el sueco Fredrick Reinfeldt, prevé hasta 50.000 millones de asistencia a países pobres para financiar el reemplazo de combustibles fósiles por fuentes de energía renovables y más limpias.