<p>Pero ¿será realmente así? Los números ubican esta emergencia a la altura de las sufridas en 2007/8: entre US$ 59.000 y 70.000 millones. Si llega al crac, será el mayor cese unilateral desde los US$ 104.000 millones incurridos por Argentina en 2000/1. “Como Islandia, Dubai encarna los excesos de un pasado cercano”, señala Mario Guillén, de la escuela de negocios Wharton.<br />
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No queda claro, pues, si es un último manotazo de la crisis occidental o un adelanto de otra. Jeremy Siegel –dicta finanzas en la misma entidad-, por el contrario la ve como “algo de menor cuantía. No marca el comienzo de ningún desmadre en mercados emergentes ni tendrá efecto dominó”. <br />
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Otro colega de ambos, Richard Herring, es más cauto. “Dubai es apenas uno de muchos países que han gastado por demás –observa- y se han endeudado debido a tasas muy bajas que impulsaban masivas tomas de crédito. Por ahora, el mercado ve lo de DW como apenas una restructuración. Pero podría ser la punta de un témpano que oculte muchas economías cuyas políticas, atadas al dólar, mantuvieron las tasas demasiado bajas por demasiado tiempo”.<br />
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Dubai World parece gestionar refinanciamiento sólo para los pasivos de su subsidiaria de bienes raíces, Nakhil. Las restantes se mantienen sanas, inclusive la mayor, DP World, que maneja terminales portuarias alrededor del mundo. Pero Nakhil da sensación de déjà vu: como el descalabro estadounidense desde 2006 en adelante, involucra negocios inmobiliarios, fuerte endeudamiento e imprudencia. En su caso, cifrada en la impresión, errónea, de que el gobierno respaldaría a la firma si las papas quemasen. Hoy, DW lidia con sus prestamistas, un proceso que se prolongará en 2010, si bien el emirato niega ceses de pagos.</p>
<p>A diferencia de Abú Dhabi, cuya capital homónima lo es también de la Unión de Emiratos Árabes, Dubai no tiene grandes reservas petrolíferas. Por consiguiente, el clan reinante apelaba al endeudamiento sistemático desde los años 60. Su estrategia consistió en crear un centro de comercio, turismo y recreación dedicado a magnates.<br />
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DW es un holding establecido en 2006, con 50.000 empleados en cien ciudades del planeta. Sus componentes principales son Nakhil y DP World. Bajo el emir Mohammed bin Rashid al-Maktum, la compañía ha incursionado sin cortapisas en el desarrollo de bienes raíces, comúnmente con dinero ajeno. Pero la recesión occidental iniciada a fin de 2007 ha reducido ingresos y ha paralizado vastos proyectos de construcción, mientras edificios terminados se ven vacíos. <br />
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“Es una clásica burbuja”, afirma Herring. “Cuando los crudos no pudieron sostener los US$ 147,25 por barril (11 de julio de 2008), otros precios cayeron y se pinchó el auge inmobiliario”. Pero mediaba otro factor: los prestamistas acudieron en tropel dando por seguro que DW gozaba del respaldo financiero del emirato y su vecino, Abú Dhabi.<br />
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Sin embargo, la situación de DW no podía compararse con las de las hipotecarias paraestatales norteamericanas Fannie Mae y Freddie Mac. Al sufrir severos problemas en 2007/8, el gobierno federal salió al rescate. No ocurre lo mismo con DW, lo cual implica una pregunta interesante: ¿por qué tantos le prestaron al holding sin echar una mirada a sus flujos de efectivo? <br />
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Dubai World: ¿si no paga habrá crisis en Levante y aledaños
Cuando el fondo soberano planteó en noviembre una moratoria de seis meses sobre deudas por US$ 26.000 millones, los mercados se sacudieron. El asunto aún no se arregló, aunque los optimistas no esperen un colapso como los de la crisis sistémica.