<p>La mayoría de expertos y gurúes en Nueva York espera un crecimiento moderado del PBI, mezclando proyecciones propias (para 2009 y 2010) y del gobierno federal (2008). Pero ninguna de las presunciones alcanzaría para disminuir el desempleo urbano (10% este diciembre) a niveles anteriores al estallido de la burbuja inmobiliaria (2006).<br />
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Dado que los analistas suelen equivocarse cada vez que elaboran escenarios de consenso, tal vez convenga examinar recientes informes de la Mortgage Bankers’ Association (MBA, asociación de banqueros hipotecarios), la consultoría MF Global y la banca de inversión Goldman Sachs. Las dos primeras estiman que la inversión privada puede repuntar, simplemente porque la demanda del público se ha contraído más de lo sensato.<br />
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A su vez, el gasto de capital de las empresas registró la peor caída en 2007/8 y superó la depresión de 1933/37. En buena medida porque fueron cinco años, en esa oportunidad, contra dos en esta crisis. Sea como fuere, hay amplio espacio para recobrarse y expandirse, como presumen los primeros adelantos de balances por el cuarto trimestre o todo el ejercicio contable.<br />
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En general, las utilidades vienen subiendo, el costo financiero baja y la productividad muestra señales positivas. Aunque sólo a causa de salarios deprimidos por el tenaz desempleo, factor negativo para la demanda de las familias. Sin embargo, el alza de gastos de capital presupone una mejora suave en esa demanda.<br />
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Tras un 2009 durante el cual el sector privado se ha dedicado a recortar costos y gastos, esta poda puede ser la clave para reactivar la actividad en 2010. Otra clave, el negocio inmobiliario, parece salir de su propio pozo, pero le tomará tiempo y, en todo caso, los bancos seguirán retaceando préstamos para la vivienda. Con todo, algunos síntomas del último bimestre apuntan a mejores condiciones el año próximo.<br />
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Hay algo que ensombrece el horizonte: los embargos inmobiliarios (residenciales, comerciales) no muestran señales de haberse agotado. Al fin del tercer trimestre, indica la MBA, se hallaban en ejecución 4,5% de hipotecas, contra 3% justo un año antes. Esto sí que depende de cómo marche la desocupación, pues –según subraya MF Global- hay un gran exceso de unidades sin vender.<br />
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La tercera clave refleja los temores de Wall Street respecto del “respirador artificial” aplicado por el gobierno federal vía el programa pro alivio de activos tóxicos (TARP, US$ 700.000 millones) y un paquete de estímulos sistémicos por 787.000 millones. Adalid ortodoxo, Goldman Sachs, sostiene que esa masa representará 2% de expansión anual en el PBI del primer semestre. Después, cree este antiguo semillero de funcionarios públicos, sus efectos se habrán agotado. Salvo esta banca, afín al partido Republicano, los analistas de Manhattan no descartan una reacción económica sostenida aun si se eliminan paulatinamente los estímulos.</p>
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Tres claves para 2010 en la economía de Estados Unidos
Mientras Wall Street acompaña el declive en influencia de Londres, sus analistas en general creen que el Estados Unidos real marchará mejor el año entrante. En vez de contraerse 5,4% como en 2008, el producto bruto interno rebotaría 3%.