<p>Para empezar, Alemania no manifesta el menor apuro en sumarse a un “paquete de austeridad” necesitado de fórceps. En verdad, Grecia sigue pendiente de un salvamento colectivo ya resistido hace dos semanas por Berlín y parte de la Eurozona. <br />
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No sin vacilaciones, el gobierno heleno aprobó el miércoles otro programa políticamente deletéreo: inmediato congelamiento de jubilaciones, más recortes salariales en el sector público y brusco aumento del IVA. Este tipo de recetas puede agradar a los tecnócratas del Fondo Monetario Internacional o el Banco Central Europeo –avatar del Bundesbank-, pero arriesga mayor violencia en las calles. Tal como sucede ahora. <br />
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Entre otros detalles, el plan de Yorgos Papakonstantinú (ministro de hacienda) prevé aumentar en € 4.800 millones la recaudación -2% en un PBI de € 246.500 millones- y reducir de 12,7 a 8,7% la relación entre déficit fiscal y producto bruto interno. Hay razones para el escepticismo, pues se trata del tercer paquete anunciado desde que asumió este gobierno, en octubre. <br />
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El plan sale mientras Grecia intentar un retorno a los mercados de capitales en pos de € 10.000 millones. Esta suma equivale a los vencimientos inmediatos de deuda soberana, en tanto el rojo presupuestario totaliza € 31.000 millones. <br />
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Otro Yorgos, el primer ministro Papandreu, manifestó a la cúpula del partido Socialista estar “determinado a evitar otra catástrofe”, aceptando medidas impuestas por la Comisión Europea (Bruselas) y el BCE (Fráncfort). Así, la tasa máxima del IVA subirá de 19 a 21% y arrastrará –por segunda vez este año- los topes para combustibles, alcohol y cigarrillos. Los dos últimos son claves para una población muy aficionada a fumar y beber. <br />
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La congelación de jubilaciones y pensiones o el recorte de 30% en los semiaguinaldos de semana santa y Navidad ya recrudecían este jueves el malestar social. El partido Comunista llamó a “salir a las calles contra estas nuevas medidas”, mientras el oficialismo insiste en que Papandreu todavía retiene sobre 50% de apoyo público. <br />
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El problema está en otra parte: la escasa disposición de la UE o la Eurozona a pagar la factura griega. Este cuadro le pintará a Papandreu la canciller alemana Angela Merkel cuando se vean el viernes.</p>
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Grecia: el nuevo paquete genera violencia en las calles
Las medidas monetaristas anunciadas por el gobierno están provocando tomas de edificios públicos, bloqueo de calles y otras manifestaciones en Atenas y otras ciudades. Además, corren el riesgo de ser inútiles o contraproducentes.