<p>Lo sucedido en la isla ártica es mala señal. Semanas atrás, el presidente Olafur Ragnar Grimsson recibió una carta contra el pago de deuda externa titulizada. La firmaban 56.000 ciudadanos, 25% del padrón electoral.<br />
Esto movió al mandatario a convocar un plebiscito para el sábado 6, donde se impuso el no por una amplia mayoría: 95.000 votos. Pero la “première” Johanna Sigurdaróttir lo rechazó e insiste en proseguir negociando la quiebra de Icesave con Gran Bretaña y Holanda: € 3,900 millones en bonos.<br />
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Por supuesto, ni Islandia ni Letonia tienen tamaño como para sacudir la Unión Europea. Pero Grecia es otro cantar: creyendo que podrá salir del atolladero, Atenas lanzó un programa de corte monetarista con aumentos de precios e impuestos. Ello causó una violenta reacción social.<br />
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Paralelamente, no hay signos de una reacción mundial. Aparte, la crisis sistémica desencadenada por las malas hipotecas en 2006/7 afectó sólo a Occidente. Naturalmente, existe un grupo de emergentes –China, India, Brasil- que parecen hoy beneficiar a otras de su tipo (Sudáfrica, Indonesia, Rusia). Ese panorama se manifiesta vía mejores índices de confianza empresaria en Alemania, Canadá, Suecia, Francia o el Benelux.<br />
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Entretanto, un informe de la consultora germana KPMG –cubre 6.200 empresas alrededor del planeta- sugiere que la economía real puede rebotar este año en mercados emergentes dinámicos, pero no tanto en Europa occidental, EE.UU. o Japón. Especialmente, en términos de demanda laboral.<br />
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Otras fuentes, empero, temen que Islandia, Grecia, Portugal e Irlanda sean puntas de un témpano donde se ocultan varias economías de la UE. Un componente, la especulación inmobiliaria de los jeques en el golfo Pérsico, acerca el colapso de Dubai a los de las malas hipotecas estadounidenses, británicas o irlandesas. En otro plano, una insolvencia por US$ 70.000 millones (Dubai World) afecta a vecinos como Kuwait, Qatar, Omán o la mismísima Saudiarabia. <br />
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No obstante, pocos analistas occidentales esperan que, a causa de algún emirato, economías relevantes entren en cese de pagos. Pero hay algunos países muy endeudados. Entre ellos, Grecia (US$ 235.000 millones), Rusia (191.000 millones), Unión de Emiratos Árabes (105.000 millones), Ucrania (43.000 millones), Lituania (39.000 millones) y Letonia (31.500 millones). Entretanto, Alemania y Francia no saben qué hacer con Grecia.</p>
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EE.UU.: ¿qué hacer con el mal clima en la Unión Europea?
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