<p>Angela Merkel llega a julio con un pobre triunfo: impuso como presidente de la república federal al democristiano y conservador Christian Wulff. Pero le costó tres votaciones en el parlamento. Indiferentes a la novedad, los mercados tornaban a perder terreno y, ahora, la clave es la reforma financiera que Barack Obama va en vías de obtener en el congreso.</p>
<p>Ambos hechos subrayan la creciente brecha entre el modelo económico casi neokeinesiano de Washington y el ensayo ortodoxo de Alemania y sus aliados circunstanciales (el grupo de los 8 excepto Estados Unidos y Rusia).</p>
<p>Resulta irónico que las bolsas occidentales, históricamente aferradas a los ajustes clásicos, pierdan pie porque temen otra onda recesiva -originada en uno de ellos- o una depresión lisa y llana en la Unión Europea. Paralelamente, los vencimientos de este jueves (€ 442.000 millones) pesan para que el Banco Central Europeo cierre los financiamientos a un año y dejen ilíquidos a los bancos privados.</p>
<p>A partir del vienes, entonces, el fracaso de la doble cumbre inicia otra fase de la crisis financiera regional. Precisamente al terminar junio, se cumplían dos años de aquel “ajuste ejemplar” impuesto a Irlanda por el Fondo Monetario Internacional, el BCE y Gran Bretaña. Era el amanecer de los achiques contables en la Eurozona que, hoy, culminan en agencias calificadoras –no muy creíbles, como dice Luiz Inácio da Silva- amenazando a España con medidas ya aplicadas a Grecia sin resultados.</p>
<p>En efecto, el colapso inmobiliario irlandés de 2006/7 condujo a recortar gastos, sueldos y jubilaciones, simultáneamente con un alza de impuestos. La misma receta, luego aplicada a Grecia y España, que las bolsas descubren hoy recesiva. Por entonces, el gobierno y muchos analistas financieros esperaban que Dublin sacase rédito de tanta ortodoxia. En vez de ello, en 2009 el producto bruto interno se contrajo 7,2% y, recién en el primer trimestre de este año, recobraba 2,5% anualizado. No obstante, en junio el desempleo subía a 13,4% de la población activa, pico desde 2007 y máximo en la Eurozona salvo España y Grecia. <br />
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Los mercados siguen escépticos
Por una parte, la doble cumbre G-8/G20 sólo postergó soluciones de fondo a otra igual, prevista este noviembre en Seúl. Por la otra, dos años de ajuste ortodoxo no parecen haberle servido de casi nada a la economía del pálido tigre celta.