<p>El columnista de Advertising Age dice que Farmville ha sido el botón de la muestra. La cantidad de fanáticos que pasaron horas de su vida concentrados en el juego de la granja demuestra que la gente ha sumado otra afición (o adicción, como se quiera): la del videojuego.</p>
<p>Esta tendencia representa, según Steiger, algo mucho mayor que el crecimiento de un segmento de mercado. Durante años, psicólogos y teóricos del marketing se han preguntado qué es lo que despierta en la gente el impulso de comprar. Hoy esa conducta de compra se está enfocando desde el nuevo ángulo de la mecánica del juego: las reglas y los premios que hacen divertido a un juego. Quien se come un fantasma en Pacman obtiene 200 puntos. Farmville y toda la familia de juegos parecido dominan esta mecánica a la perfección para combinar conductas adictivas con el juego social. Los usuarios compiten entre sí por estatus que se miden en niveles mientras pagan dinero real por artículos virtuales que mejoran su posición en el juego. <br />
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Los anunciantes deberían prestar atención a esto por varias razones. La más obvia es que hay un gran público consumidor aficionado a estos juegos. Las recompensas y los programas de lealtad ahora se pueden aplicar a esfuerzos digitales para lograr mayor nivel de lealtad del conocido hasta ahora. Esta “jueguificación” es una tendencia que aún está en pañales y que promete mucho. Lo que hace falta es sentarse a pensar en cómo aprovecharla.</p>
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Farmville es la punta del iceberg
Los anunciantes deben prestar atención al furor por los juegos, según Reuben Steiger.