<p>Los niveles de iodeína radioactiva medidos el martes en una planta de tratamiento (Katsushika, 210 becquerels por kilo) doblan los límites recomendados para bebés, 100 b/kg, no para adultos (300). Así reveló un informe oficial. El agua plantearía riesgos para la salud si se la bebiera en lapsos prolongados. Por ejemplo, un año. Cabe señalar que la población de Tokio se calcula en trece millones, sin contar suburbios.<br />
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Estimaciones sobre creciente contaminación contrastan con seguridades oficiales en cuanto a peligros mínimos. Esto subraya la obsesión gubernamental por contener los efectos ulteriores del terremoto (8.9 en la escala Richter) y los subsiguientes daños en cuatro de seis reactores operados por Tokyo Electric Power, 220 kilómetros al noreste de la capital. Hoy mismo (jueves en el huso horario local) la noticia sobre contaminación de agua potable hizo ceder 1,7% la bolsa, pese a la inyección de liquidez dispuesta un día antes.<br />
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“Es difícil decir a la gente que está tomando agua con radiaciones sin provocar pánico”, indicaban analistas de Nomura Securities. “No obstante, en esta ocasión el gobierno ha sido más transparente de lo habitual”. <br />
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Mientras tanto, el ministerio de salud pública alertó contra el consumo de verduras de hoja, brócoli y coliflor cosechados en los aledaños de conjunto nuclear de Dai-ichi. Empero, “el grado de contaminación registrado no llega a ser dañino”, sostiene Yukio Edano, secretario del gabinete. Igualmente, no debe usar agua de la canilla tampoco para bañar infantes hasta dos años, aunque los adultos y los niños mayores de esa edad pueden beberla.<br />
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Sea como fuere y pese a haber mejorado la situación en Fukushima, la radiación subsistente es todavía una amenaza. Por ejemplo, se evacuaron este miércoles técnicos de los reactores 3 y 4, pues se notó que un edificio emitía humo grisáceo. Así explicaba Hidehiko Nishiyama, vocero de la agencia de seguridad industrial y nuclear. Pero no se detectaron signos de mayor radiación.<br />
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Sin embargo, cambios en las corrientes eólicas y marinas tendrán efectos remotos este viernes y sábado, advierte el centro de meteorología y geofísica de Austria, centro de Europa. Se trata de vientos provenientes del Pacífico norte que, cruzando luego el Atlántico, arrastran cesio y nucleótidos. Así, se detectaron señales radiactivas en Islandia y el círculo polar. Por ahora, no entrañan peligros para humanos ni animales.</p>
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Japón admite elevada contaminación hídrica
El gobierno reconoció este miércoles que el agua potable en varias ciudades puede ser peligrosa. Por el contrario, los niveles de radiación en la cadena alimentaria no ofrecen riesgos para la salud. Parece una contradicción, señalan aseguradoras.