<p>Ya se lucha en dos poblaciones suburbanas. Días antes, ciudades en el oeste (claves en la producción de cacao) y en el este habían caído en poder de Alasán Wattara. Se trata del ex primer ministro aún reconocido por la Unión Africana y Naciones Unidas como presidente legal, tras derrotar a Gbagbo el año pasado en elecciones. <br />
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Su oferta de cese de fuego, formulada este miércoles, parece mera táctica dilatoria y fue ignorada por Wattara, que marcha sobre la capital en un movimiento de pinzas. “Se han ensayado todos los medios pacíficos para que el usurpador admita su derrota”, señala el partido de su rival. <br />
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En el sur, Gbagbo sigue controlando las zonas más ricas, la capital económica (Abidyán) y gran parte de las fuerzas armadas. Por supuesto, se ha atrincherado en el palacio presidencial, se niega a abdicar, hostiga civiles en áreas fieles a Wattara y no reconoce su revés electoral de noviembre.<br />
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A criterio de diplomáticos en Abidyán, el fiel de la balanza parece ahora moverse hacia la oposición. Protagonistas de una rebelión tribal (2002), que dominan a partir de entonces el norte desde su propia capital, Buaké, han tomado las armas en apoyo de Wattara este fin de semana.<br />
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Ahora se suman al bloqueo de Yamusukró para frustrar un contraataque de Gbagbo. Según Amnesty International, esta guerra ha hecho huir de Costa de Marfil casi un millón de personas, 10.000 de las cuales en los últimos ocho días. <br />
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En Costa de Marfil, la capital ya está cercada
Este pequeño país de África occidental, entre Malí, Guinea, Liberia, Burkina Faso y Ghana, va rumbo a otra guerra civil. Los opositores del hombre fuerte Laurent Gbagbo, rechazaron un alto el fuego y avanzan sobre la capital, Yamussukro.