<p>Desde tiempos inmemoriales las constituciones son redactadas por comisiones cuidadosamente seleccionadas que trabajan a puertas cerradas en la confección o modificación de la Carta Magna. El gobierno de Islandia, decidido a introducir grandes modificaciones luego de la primera gran crisis financiera de su historia, ha decidido aprovechar Internet para dar voz y voto a toda la población. .<br />
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Sigue haciendo, sin embargo, un cuerpo central de 25 personas que son las encargadas de dar forma final – contenido y redacción – a todas las mociones, objeciones y comentarios que reciben de la gente, canalizadas fundamentalmente a través de Facebook, Twitter y YouTube.<br />
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Calculan que para fines de junio de este año estará completo el borrador, plazo que podría extenderse a pedido de la comisión. Una vez limpiado y pulido por los miembros de la comisión, el documento será enviado al parlamento para su debate y aprobación.</p>
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En Islandia, participación directa como en Atenas
Su escasa población de apenas 320.000 habitantes, prácticamente todos con conexión a Internet, le permite a ese país hacer el experimento de dejar que toda la población participe en la preparación de la nueva constitución nacional.