<p>El índice mundial MSCI all-country subía 2,1&, el S&P 500 ganaba 2,4% y el StoxxEurope se elevaba menos, 1,2%. Fuera de toda lógica los bonos soberanos griegos obtuvieron el máximo incrementos en ¡veinte años! Por lo visto, las advertencias de Christine Lagarde (Fondo Monetario Internacional) cayeron en saco roto.<br />
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En rigor, las operaciones en Nueva York abrieron mientras los costos estimados de Irene se desplomaban de US$ 14.000 millones (proyección de la semana pasada) a apenas 2.600 millones. Paralelamente, datos oficiales señalaban que los gastos individuales -67% del PBI- habían rebotado en julio, con las ventas de automotores marcando un máximo en tres meses. <br />
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Algunos analistas, irónicos, sostenían que “la falta de noticias en la Eurozona es una buena noticia”. En tren de expectativas, Benjamin Bernanke (Reserva Federal) confirmó que la próxima reunión del comité de política monetaria, en septiembre, durará dos jornadas “para analizar respuestas a la lentitud de la reactivación”.<br />
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¿Vuelve el optimismo al mercado bursátil?
Se trata de los primeros siete días de avance ininterrumpido desde julio, en el caso de la cartera global Standard & Poors 500. Bastó que el huracán Irene pasase para desatar una ola de optimismo sin demasiado asidero en la bolsa de Wall Street.