<p>Los numerosos críticos de la Canciller, aun dentro de la oficialista Unión Democristiana (UDC), sostienen que Berlín tiende a perder terreno. Pese a votaciones parlamentarias como la del jueves, que determinó la ampliación del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF). Por ejemplo, algunos economistas sistémicos (Jeffrey Sachs, Paul Krugman, Joseph Stiglitz) o consultores financieros como Nouriel Roubini y George Soros no tienen fe en las duras condiciones impuestas a Grecia.</p>
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<p>Durante el fin de semana, Merkel batió el parche bajo el lema “si fracasa el euro fracasará la Eurozona” (o también la Unión Europea). Son los mismos argumentos empleados para forzar el apoyo en el Bundestag de su UCD, la bávara Unión Socialcristiana y el partido Demoliberal (hecho pedazos en siete elecciones). Fue la primera batalla en toda la línea contra el euroescepticismo y el saldo no es alentador.<br />
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¿Qué se jugaba? El aumento del FEEF de € 440.000 millones a 789.000 millones, donde Alemania aportará 211.000 millones, casi dos veces los 123.000 millones iniciales. Pero este éxito parlamentario ya no refleja el estado de ánimo de los votantes teutones ni significa que el euro haya sido salvado ni que la crisis esté por agotarse.<br />
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Las incógnitas abundan. Por ejemplo ¿se negociará el segundo rescate heleno, aprobado el 21 de julio, con el imprimatur de los acreedores privados? ¿Mediarán una suspensión de pagos o un desagio de pasivos? Ello implicaría, claro, nuevas pérdidas para los tenedores de bonos soberanos. Mientras, se agregan dudas sobre si la crisis puede contagiarse a España, Italia y otras economías vulnerables.<br />
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Esta batalla involucra otro ingrediente político. Se trata, en Alemania y vecinos, del gigante editorial Springer y su ariete, el diario amarillista <em>Bild </em>(2.800.000 ejemplares). Parodiando al <em>Tea Party</em>, los medios de la cadena han desencadenado una campaña de ribetes racistas contra Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia. Secundada, en los últimos dos casos, por la prensa especializada londinense y el Wall Street Journal (grupo Murdoch).<br />
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Por su parte, el diputado liberal Frank Schäffler planta una pica en Flandes, o sea se opone a Merkel en nombre del euroescepticismo y con argumentos cercanos a Roubini y Soros. El legislador se reivindica como eurorrealista y rechaza el eurorromanticismo de la canciller o de su ministro de Hacienda, Wolfgang Schäuble. A su juicio, “poner en manos del FEEF semejantes sumas sin permiso del estado federal amenaza nuestra democracia y nuestra sociedad”.<br />
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Más técnico, el econometrista Hans-Werner Sinn, director del IFO (Centro de Información Económica, Munich, sostiene que “la única forma de salvar a Grecia y otros es que salgan de la Eurozona y recobren capacidad de competir. No estamos, como tantos suponen, en una crisis de sobreendeudamiento, sino en una crisis sistémica de la propia moneda común. Por ende, la receta de Merkel no sirve”.</p>
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Fue un mal trimestre;¿otro peor en ciernes?
En julio-septiembre, París y Francfort perdieron 25% de capitalización bursátil. Londres, apenas 13,8%. Mientras, Alemania apostaba al euro, pero tal vez sea tarde. Varios analistas temen que este trimestre la crisis corra más que Angela Merkel.