<p>No ayudó que Elena Salgado, ministra de Economía, reiterase que “España no corre riesgo de salvataje”, tras denunciar ataques especulativos contra los papeles de deuda hispanos”. Pero algunos medios peninsulares sacan titulares como “Los tiburones juegan y también votan”. O “Esto es una tragedia nacional. Nadie más nos presta dinero”.<br />
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No obstante, ninguno de ambos asertos es totalmente correcto. El viernes, la demanda de los inversores ascendió a € 5.500 millones, contra una oferta de hasta € 4.000 millones, luego ampliada. Esta subasta de bonos buscaba impedir que la brecha con papeles alemanes superase la barrera psicológica de 7%. Ése fue el umbral desde donde Grecia, Irlanda y Portugal debieron someterse a esquemas de rescate.<br />
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Cuando esa diferencia alcanzó 6,975%, varios analistas la calificaron de atroz. Al respecto, recordaron que los anteriores se habían colocado el 20 de octubre a “apenas” 5,453%. En las actuales condiciones, todo diferencial sobre 500 puntos básicos (5% anual) lleva España al borde del precipicio.<br />
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Pero Madrid no estaba sola. Varios miembros de la Eurozona –con Francia al frente, vieron sus primas de riesgo alejarse de las pagadas por los bonos soberanos alemanes. Por otra parte, se multiplicaban severas objeciones a la pasividad del Banco Central Europeo. Como decían en Londres, “Mario Draghi se parece demasiado a Jean-Claude Trichet”.</p>
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La brecha española con Alemania se profundiza
Anticipando la era post Zapatero, la brecha sobre bonos soberanos hispanos y su referencia (los títulos decenales germanos) cerró la semana a un máximo de 500 puntos básicos Luego aflojó apenas a 468. A criterio de varios observadores, Madrid está hoy más cerca de un rescate que Roma.