<p>El futuro “bono pro estabilidad” preanuncia una agencia europea para gestionar deudas nacionales. En esencia, el título será una obligación garantizada no sólo por cada emisor loca sino, además, por el resto de los países asociados a la Eurozona. Como réplica indirecta, ahora Angela Merkel pide revisar los tratados liminares (Maastricht 1992, Lisboa 2006). Su objeto: imponer vínculos más estrechos, que tal vez se definan entre hoy y mañana.<br />
<br />
En otros términos, el eventual eurobono y el papel del Banco Central Europeo tornan a dividir a Alemania de sus socios. En particular, porque la corte constitucional germana prohíbe transferir saldos a terceros países. Entretanto, Durão Barroso, Merkel, Nicolas Sarkozy y Mario Monti saben que el “título pro estabilidad” no es otra cosa que un eurobono multipropósito. Una de las tres opciones propuestas contempla la sustitución total de papeles locales con un superbono garantizado por todos los países de la Eurozona. O sea, una forma de transferir riesgos.</p>
<p>La segunda hipótesis prevés un eurotítulo respaldado en común. Su objeto: financiarse dejando “sobrevivir” los papeles nacionales mediante una forma de garantía parcial. La tercera variante parece más cauta. Prevé una emisión conjunta de deuda, pero con cada estado responsable por su “cuota parte”.</p>
<p>La comisión europea discute desde hoy el plan vinculado al bono pro estabilidad, agencia supervisora inclusive. A partir del miércoles, se suma a las reuniones el flamenco Herman van Rompuy, presidente de la Unión Europea. Sin duda, todo esto busca dar señales positivas a los mercados, generar confianza y generar oportunidades. Por supuesto, el eurobono no tomará cuerpo de inmediato y será una alternativa de refinanciamiento no expuesta a los azares especulativos (supone la CE).</p>
<p>Otro problema es la propia eurocrisis, agravada durante los últimos meses. Este factor ensombrece las perspectivas para 2012. Por ejemplo, el producto bruto interno de Italia será cero en el primer trimestre y -0,2% en el segundo. No lucen mejor los números españoles: el triunfo conservador demorará en manifestarse, si finalmente lo hace. Por el momento, los mercados no creen en Mariano Rajoy.aunque sí en el italiano Mario Monti. Volviendo a Berlín, sus fórmulas y las normas de Karlsruhe (corte suprema) parecen trabas no desdeñables.</p>
Entre el eurobono y la lenta receta alemana
José Manuel Durão Barroso se lanzó en vísperas de la cumbrecita (Comisión Europea, canciller alemana, presidente francés, premier italiano), del martes al jueves. Pese al nutrido temario, el tema dominante es un nuevo título y la reticencia alemana.