<p>Naturalmente, el punto son los impuestos y el “régimen más justo” que promete el mandatario. Entretanto, su competidor –un millonario- finalmente reveló que había pagado en 2010 una tasa efectiva de 13,9% sobre sus réditos federales. “Lo mismo que abonó mi secretaria”, replicó el financista Warren Buffett, uno de los hombres más ricos de Estados Unidos.</p>
<p>Esa cifra comparativamente exigua refleja una típica maniobra de los contribuyentes acaudalados: declarar ingresos como ganancias de capital. No por casualidad, era un tema que Obama tocó en su “estado de la Unión”, el martes por la noche. En efecto, el Presidente señaló que su reforma tributaria y la consiguiente reducción presupuestara obedecen a un claro principio: cualquiera que haya obtenido utilidades por un millón para arriba debiera pagar 30% en efectivo.</p>
<p>Este “principio Buffett”, adoptado en el discurso, declara que los potentados estadounidenses no pagarán menos que sus propios empleados. “Llámenlo guerra de clases si quieren. La gente prefiere decirle sentido común”, ironizó el Presidente. El mismo mensaje también incluía propuestas para rebajar impuestos a la industria local y eliminar incentivos a la tercerización en el exterior. También se propondrá recortar estímulos tributarios a compañías estadounidenses con actividad extraterritorial.</p>
<p>“No vamos a ir para atrás fomentando una economía debilitada por la tercerización, las malas deudas y las falsas ganancias financieras”, sostuvo Obama. Obviamente, golpeaba sobre en déficit de propuestas específicas que, hasta ahora, caracteriza a los republicanos de todo color.</p>
<p>Reaccionando a intensas presiones de sus rivales internos, Romney difundió por la <em>Web</em> 547 páginas de documentos, que detallaban dos ejercicios tributarios. Por 2010, abonó tres millones en impuestos sobre réditos por US$ 21.600.000. Ese año, el hoy precandidato manejaba un exitoso fondo extrabursátil. Para 2011, el multimillonario espera pagar 15,4% sobre US$ 3.200.000.</p>
<p>Patrick Gaspard, del comité nacional demócrata, observa que Romney pagó “tasas inferiores a las de docente, policías y bomberos”. Más de 16% de esos ingresos se lo llevó la condiciosa “iglesia de Jesucristo y los santos de los últimos días”. El ex gobernador es un ferviente mormón. </p>
<p>Pero ahora su mayor problema es el pintoresco ex legislador Newt Gingrich, que acaba de arrebatarle Carolina del Sur por notable diferencia.<br />
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Obama: impuestos, clave de la campaña electoral
Por un lado, Barack Obama aprovecha políticamente el efecto Somalía, o sea el rescate de rehenes a tiro limpio. Por otro, pone en primer plano la reforma tributaria y desencadena las iras de Mitt Romney, uno de sus rivales por la presidencia.