<p>Algunos observadores europeos inclusive temen encuentros armados, peligro indudable en un país que no se ha desarmado totalmente desde el fin de la guerra civil. En realidad, el problema de fondo data de 1912, cuando la ocupación italiana soldó Tripolitania y Cirenaica. El Fezzán recién apareció en los mapas coloniales desde 1932.<br />
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Los cuarenta y dos años de la dictadura ejercida por el coronel Muammar Ghadafi no alteraron nuevamente los límites. Así las cosas, esta semana hubo una asamblea en Benghasi, donde militantes, dirigentes políticos, empresarios e intelectuales reclamaron mayor autonomía para el oriente de Libia. <br />
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El documento final reivindica claramente un “estado federal” integrado por Tripolitania, Barka (Cirenaica) y Fezzán. Algunos participantes reducían a dos los componentes y definían el desierto sudoccidental como “área de dominio común.<br />
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En ambas perspectivas, Trípoli retendría la política exterior y los hidrocarburos, el “monocultivo” de Libia. Una declaración mayoritaria en Benghasi alude a una “democracia de autogobiernos regionales”. Naturalmente, al Consejo Nacional de Transición, que maneja Mustafá Abdel Dyalil, no lo seduce el esquema.</p>
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Libia puede dividirse en dos o tres partes
Barka (Cirenaica), el cuarto oriental que encabeza Benghasi, demanda mayor autonomía respecto del oeste, o sea Trípoli, más o menos un quinto del país total. Entretanto, el sudoeste (Fezzán, el tercio desierto del total) no interviene aún en la disputa.