<p>Según Daniel Goleman, autor de “Inteligencia Social” los mejores jefes son los que son confiables, empáticos y saben conectarse con sus empleados. Hacen que sus empleados se sientan tranquilos, apreciados e inspirados. Los peores son distantes, difíciles y arrogantes. Hacen que sus empleados se sientan incómodos o resentidos. <br />
<br />
Comprender las cualidades que definen a un mal jefe no explica cómo fue que sus subordinados desarrollaron sus percepciones. A veces hacen falta varias interacciones defectuosas para instalar una percepción. Puede ser obvio que un jefe es arrogante, pero a menudo las impresiones se van creando con el transcurso del tiempo y sobre la base de interacciones no buscadas y desencontradas. <br />
<br />
Antes de pasar a describir conductas contraproducentes, hay que aclarar que no se trata de deficiencias en habilidades o en inteligencia. Para cuando una persona es promocionada a un alto nivel de responsabilidad en su organización ya ha demostrado suficientes competencias y habilidades en el trabajo. Malos hábitos de liderazgo no son defectos de personalidad, aunque a menudo lo parezcan. Son dificultades en la conducta interpersonal. Esto significa que las fallas no ocurren solas; involucran a una persona interactuando con otra. <br />
<br />
Marshall Goldsmith, en su libro <em>What Got You Here Won’t Get You There</em>, compiló la siguiente lista de hábitos negativos luego de años de trabajar con altos ejecutivos en las compañías que integran el ranking de las 500 de Fortune. Algunas de las cualidades citadas son sutiles, mientras que otras son furiosamente obvias. A menudo no parecen dañinas en la superficie; en realidad, dañan la buena fe.<br />
<br />
1. <strong>Ganar demasiado</strong>. La necesidad de ganar a toda costa y en todas las situaciones—cuando importa y cuando no, cuando no viene al caso.<br />
2. <strong>Agregar demasiado valor.</strong> La necesidad imperiosa de agregar nuestros dos centavos a todas las discusiones. <br />
3. <strong>Juzgar</strong>. La necesidad de calificar a los demás e imponerles nuestros estándares. <br />
4. Hacer comentarios destructivos. The needless sarcasm and cutting remarks that we think make us sound sharp and witty.<br />
5. <strong>Comenzar con un “no,” con un “pero” o con un “sin embargo"</strong>. El uso exagerado de estos calificadores negativos, que secretamente dan a entender a todos que “yo estoy en lo cierto y usted no”. <br />
6. <strong>Contarle al mundo cuán inteligentes somos</strong>. La necesidad de mostrarle a la gente que somos más inteligentes de lo que ellos piensan. <br />
7. <strong>Hablar cuando estamos enojados</strong>. Usar la volatilidad emocional como una herramienta de management.<br />
8. <strong>Negatividad</strong> (“Déjeme explicarlo por qué eso no va a funcionar.”). La necesidad de compartir nuestros pensamientos negativos, aun cuando no nos lo han pedido. <br />
9. <strong>Retener información</strong>. La negativa a compartir información para así poder mantener nuestra ventaja sobre los demás.<br />
10. <strong>No dar un merecido reconocimiento</strong>. La incapacidad para elogiar y premiar.<br />
11. <strong>Reclamar un crédito no merecido</strong>. La forma más molesta de sobreestimar nuestro aporte a cualquier éxito.<br />
12. <strong>Dar excusas</strong>. La necesidad de reposicionar nuestra conducta molesta como parte integrante de nuestra personalidad para que la gente nos excuse por ello. <br />
13. A<strong>ferrarse al pasado</strong>. La necesidad de alejar la culpa de nosotros mismos y colocarla en acontecimientos o personas del pasado; una subcategoría de culpar a los demás. <br />
14. <strong>Tener favoritos</strong>. No ver que estamos tratando injustamente a alguien.<br />
15. <strong>Negarse a expresar arrepentimiento</strong>. The inability to take responsibility for our actions, admit we’re wrong or recognize how our actions affect others.<br />
16. <strong>No escuchar.</strong> La forma de faltar el respeto a nuestros colegas más pasiva y más agresiva.<br />
17. <strong>No expresar gratitud</strong>. La forma más básica de malos modales.<br />
18. <strong>Castigar al mensajero</strong>. La equívoca necesidad de atacar al inocente que, por lo general, sólo está tratando de ayudarnos.<br />
19. <strong>Pasar la responsabilidad</strong>. La necesidad de culpar a cualquiera menos a nosotros mismos. <br />
20. <strong>Una necesidad excesiva de ser “yo”.</strong> Exaltar nuestros defectos como virtudes, simplemente porque representan lo que somos. <br />
<br />
Según Goldsmith, éste es un alarmante grupo de malas conductas. Afortunadamente, la mayoría de la gente muestra sólo una o dos simultáneamente.</p>
<p> </p>
20 malos hábitos en un líder
Hay conductas sutiles que pueden socavar la confianza que los empleados depositan en sus líderes. No son defectos de personalidad sino simplemente problemas en la relación interpersonal. No por eso son menos importantes para el éxito de la gestión.