<p>La clave para cualquier emprendedor es tener una buena relación con sus prestamistas, en este caso los bancos. Se vuelve importante, entonces, saber cuánto dinero se necesita para que una buena idea pueda haga pie en el mundo real.</p>
<p>Es obvio pero también esencial: el primer paso es argumentar de manera detallada y clara cuánto dinero se necesita – no más, no menos- y en qué se usará cada billete. No hay que tener miedo al rechazo y bajar las cifras. Si finalmente le conceden el préstamo pero no alcanza para aceitar las máquinas de marketing y comunicación, por ejemplo, el negocio puede sufrir por ello.</p>
<p>Si las deudas lo ponen nervioso existe también la ayuda estatal. En Estados Unidos, por ejemplo, hay fondos exclusivamente destinados a los empresarios de empresas pequeñas y medianas. Son US$ 30.000 millones que ayudan, entre otras cosas, a aumentar la credibilidad crediticia que, a su vez, impulsa a los privados a prestar a comercios pequeños.</p>
<p>Entonces, el primero paso es tener un plan de negocios. El segundo, es calcular las ganancias de la competencia. Está muy bien que una empresa gane $500.000 al año pero, ¿ese es el promedio de la actividad? ¿Se puede pedir más si, por ejemplo, las empresas promedio del sector ganan $600.000 al año? Los bancos hacen esos cálculos así que no está mal presentar esos números junto con el plan de negocios.</p>
<p>El tercer paso, y el más importante, es desarrollar una buena y sólida relación con la institución bancaria. Incluso si el pedido de préstamo es rechazado, los ejecutivos podrían contactarlo con inversores de riesgo, programas universitarios, fundaciones o proyectos estatales. Una investigación de campo para averiguar qué banco se adecua mejor a las necesidades de la empresa no vendría mal.</p>
<p>Una vez identificado el banco correcto, arme una carpeta donde se resuma la actividad financiera de la empresa. Los empleados del banco a cargo de emitir préstamos harán especial hincapié en el flujo de caja. En un esfuerzo por impresionar a los bancos algunas compañías inflan los números de ganancias y achican los gastos. Sepa que en los bancos hay profesionales entrenados en detectar este tipo de maniobras.</p>
<p>Un último paso: considere los pros y contras de contratar empresas auditoras. Aunque generalmente son un gasto importante y requieren flexibilidad organizativa, los bancos ven con buenos ojos esta clase de transparencia financiera.</p>
<p>Si cumple con todos estos pasos y el banco, finalmente, accede a prestar dinero, es hora de negociar. Esté especialmente atento a los intereses excesivos y preste atención al contrato que lo atará a la institución. Un consejo: contrate los servicios de un abogado con experiencia en estas cosas.</p>
Consejos financieros para emprendedores
Nada puede ser peor para un emprendedor que no contar con el capital suficiente para que su idea ganadora llegue a buen puerto. Aquí unos consejos para impresionar a los bancos y conseguir prestamos.