<p>La sequía, que golpea especialmente a todo el mediooeste, ha provocado la declaración más dramática lanzada hasta ahora por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos en su historia. El 63% de las tierras cultivables del país sufren sequía entre moderada y extrema, según el Centro Nacional de Combate a la Sequía.</p>
<p>El jueves pasado, el gobierno cortó en 12% sus expectativas para la cosecha de maíz, tras anunciar hace menos de dos meses que sería una cosecha récord. La sequía, que ya lleva más de dos meses, no da muestras de detenerse en algunos estados, aunque en otros ya ha comenzado a llover. Los medios de comunicación de ese país ya hablan del aumento del precio de los alimentos y del efecto que éste tendrá -sumado a la gran cantidad de dinero en subsidios que deberá entregar el gobierno- en la próxima elección presidencial.</p>
<p>Si bien al estadounidense común no le importa demasiado, el aumento en el precio de la soja y el maíz que está a punto de superar los máximos históricos, provocará graves e impredecibles consecuencias en Oriente Medio, África y algunos países asiáticos hacia fin de año, que es para cuando se cree impactará en las economías domésticas.</p>
<p>Por otra parte, puede representar una bendición para los países del Mercosur, seriamente golpeados ya por la crisis europea y su impacto en China.</p>
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La sequía no da tregua a Estados Unidos
26 estados de la Unión han sido declarados zona de desastre natural, debido a la peor sequía que sufre el país desde 1998, la cual ha disparado el precio mundial de la soja y el maíz.