<p>Esto demuestra cuán difícil es para la primer potencia mundial aliviar su dependencia del petróleo extranjero, especialmente del petróleo pesado de Arabia Saudita, aún cuando la producción doméstica ha crecido.</p>
<p>“En un momento en que crecen las probabilidades de que Irán consiga sus objetivos nucleares o de que Israel bombardee las plantas nucleares iraníes, deberíamos tratar de reducir nuestra dependencia del petróleo proveniente del Estrecho de Hormuz”, afirmó Michael Makovsky, miembro del Departamento de Defensa durante la administración de George W. Bush.</p>
<p>Estados Unidos importó un promedio de 1,45 millones de barriles diarios de Arabia Saudita durante los primeros cinco meses del año, comparados con los 1,15 millones importados en el año anterior. Mientras que la producción doméstica aumentó 10% este año. Pero la mayoría de este petróleo es de alta calidad, proveniente de los campos de Dakota del Norte y Texas. Muchas de las refinerías ubicadas en el Golfo de México están diseñadas para crudos pesados que tradicionalmente se adquirían en México y Venezuela, pero las compras a esos países han disminuido en los últimos años.</p>
<p>“Mientras no tengamos la opción de acceder a más petróleo pesado proveniente de Canadá –para lo que necesitamos mejorar nuestra infraestructura- la vulnerabilidad se mantendrá”, según David Goldwyn, antiguo coordinador del Departamento de Estado para asuntos internacionales.</p>
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Importación de petróleo saudí crece 20% en Estados Unidos
En contra de la tendencia del año pasado, este año Estados Unidos ha vuelto a aumentar sus compras de petróleo proveniente del Golfo Pérsico, especialmente de Arabia Saudita.