<p>En el contexto de la visita de Ángela Merkel a China se han firmado diferentes acuerdos comerciales. Uno de ellos, y tal vez el más significativo por el tamaño de la inversión, es el que respecta a la venta de 50 nuevos aviones que el país asiático comprará al fabricante europeo Airbus. La inversión será de US$ 3.500 millones. A cambio, Airbus se comprometió a comenzar a ensamblar aviones en ese país.</p>
<p>Las dos partes, muy satisfechas, se mostraron optimistas respecto al futuro de las relaciones comerciales. Wen Jiabao, el primer ministro, declaró el jueves que el país seguirá invirtiendo fuertemente en la Unión Europea.</p>
<p>El anuncio es importante porque significa el fin de las riñas entre Airbus y el gobierno chino. Todo comenzó hace unos meses cuando la Unión Europea comenzó a cobrar a las aerolíneas por sus emisiones de carbono en el contexto de la nueva legislación (Emission Trading Scheme o ETS). Bajo los términos del ETS China es uno de los países más perjudicados porque la Unión Europea no cobra por el tiempo que los aviones circulan sobre su territorio sino por las emisiones del viaje completo. Como consecuencia, tanto la Unión Europea como la fabricante de aviones, han sufrido medidas de retaliación. China habría, por ejemplo, bloqueado la compra de aviones por parte del sector privado.</p>
<p>La segunda visita de Merkel a China debe entenderse como consecuencia de esta pelea. Se propuso mejorar la relación entre las partes y abrir, nuevamente, el mercado más grande del mundo a las compañías europeas. La acompañaron en esta visita sus ministros más cercanos y un grupo selecto de ejecutivos alemanes. Una relación sana con China es importante para Alemania, especialmente en un contexto recesivo: el comercio bilateral entre los dos países superó el año pasado US$ 180.000 millones.</p>
<p>Además de acordar esta inversión millonaria, los dos países firmaron acuerdos sobre comunicación, energía, salud y cooperación marítima.</p>
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China comprará aviones a Airbus
El intercambio, por 50 aviones y US$ 3.500 millones, rompe con meses de peleas entre el fabricante europeo de aviones y el país asiático. La venta es parte de un acuerdo comercial entre China y Alemania.