La primera cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños se celebró este fin de semana en Santiago de Chile. La cita de los presidentes latinoamericanos fue aprovechada para intentar avanzar en un acuerdo con la Unión Europea. Por esta razón llegaron también a Chile, Ãngela Merkel y Mariano Rajoy.
Más allá de que una vez más Bolivia le solicitó a Chile un acceso al mar, a través de Evo Morales, quien también se opuso a que los europeos pongan condiciones a los países latinoamericanos, no se registró avance significativo de ningún tipo en ninguna de las dos cumbres. La gran noticia, sin dudas, la constituyó la extensa carta que el comandante presidente Hugo Chávez escribió desde su sala de terapia intensiva en algún punto de la ciudad de La Habana, y que fue leída al final de la cumbre por el vicepresidente venezolano Nicolás Maduro, ante el estupor de los restantes presidentes latinoamericanos, que aplaudieron con energía al terminar la lectura.
Como era de esperarse la carta del padre fundador de la CELAC alaba la unión latinoamericana –el viejo sueño de Bolívar-, echa la culpa de todos los males latinoamericanos al imperialismo y la oligarquía y defiende a Cuba y Argentina que sufren el ataque de las potencias imperialistas de habla inglesa. Al final de la cumbre, la presidencia pro tempore pasó de manos del presidente chileno Piñera a Raúl Castro, quien a sus 81 años –y con casi 55 compartiendo el poder absoluto de la isla caribeña con su hermano Fidel- puso su toque de humor al decir: “No se preocupen, que yo solamente voy a estar un añoâ€.
Raúl se comprometió a “trabajar a favor de la paz, la justicia, el desarrollo y entendimiento entre todos nuestros pueblosâ€. El próximo encuentro de la CELAC, que tiene entre sus objetivos fundamentales promover la unión y la democracia en la región, se hará en 2014 en La Habana.