Luego de que se descubriese que el fundador de Livestrong, Lance Armstrong, consumía drogas para ganar competencias internacionales como el Tour de France la organización confesó que, a pesar de la desgracia, “sobreviviría”.
Así la fundación, que se encarga de proveer servicios para los enfermos de cáncer y que ató su marca a la lucha y recuperación de Armstrong, decidió cambiar su logo y despegarse del escándalo.
En la reunión anual de la organización Andy Miller, vicepresidente de operaciones, lanzó la pregunta al auditorio: “¿Sobrevivirá Livestrong al escándalo? SÃ, absolutamente sí”. Para eso pidieron a Armstrong que de un paso al costado y adoptaron un nuevo logo que debería significar el renacimiento de la organización.