lunes, 25 de noviembre de 2024

Petróleo y la sucesión de Chávez

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El carismático y omnipresente presidente venezolano murió el 5 de marzo a
los 58 años. De no mediar una elección, es probable que sus sucesores
sigan usando el petróleo como herramienta política.

La muerte del Presidente Hugo Chavez luego de una larga lucha contra el cáncer provocó desolación entre las masas pobres mientras el país se prepara para una esperada elección que determine el futuro del sistema socialista que él implantó en la nación petrolera.

Pocos analistas esperan que su sucesor, Nicolás Maduro, implemente grandes cambios en la economía del país. La compañía petrolera estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), alguna vez considerada una de las mejores del mundo, se ha convertido en el brazo de gastos sociales del gobierno mientras la inversión en los pozos quedó reducida al mínimo. El año en que Chávez asumió la presidencia, la producción petrolera de Venezuela llegaba a los 3,5 millones de barriles diarios. Luego cayó tanto que incluso después de una modesta recuperación sólo promediaba los 2,5 millones de barriles diarios el año pasado.

Mientras tanto PDVSA, que se deshizo de miles de experimentados ingenieros y gerentes  durante una disputa laboral, tiene unos 99.000 empleados, según in informe de la consultora Eurasia Group. Y la mitad de su impresionante deuda de US$ 36.000 millones tiene a China como acreedora. En opinión de analistas internacionales. PDVSA es una sombra de lo que fue.

Sólo los históricos altos precios del crudo (de alrededor de US$ 100 el barril) salvaron la economía de la ruina. Los ingresos se mantuvieron altos aunque el consumo interno, fuertemente subsidiado, creció 39% desde 2001 y las exportaciones cayeron casi a la mitad: 1,7 millones de barriles diarios.

Mientras condenaba a Estados Unidos y coqueteaba con países como Rusia e Irán, Chávez seguía dependiendo fuertemente de las refinerías estadounidenses en el Golfo de México, que eran unas de las pocas capaces de manejar el petróleo pesado venezolano.  Casi la mitad del crudo del país bolivariano termina en Estados Unidos. Sin embargo, si se terminan las obras del nuevo ducto Keystone XL, una cantidad similar a la de crudo venezolano podría llegar a Estados Unidos desde Canadá.

Venezuela fue uno de los miembros fundadores de la Organización de Países Exportadores  de Petróleo (OPEP) y Chávez impulsó la baja producción y los altos precios. Pero no tenía mucho poder dentro del cartel, dominado por los productores del Golfo Pérsico.

Sin embargo, usó el petróleo como herramienta de política exterior. “Actualmente está vendiendo un tercio de su producción a precios  por debajo del mercado, lo que significa alrededor de US$ 20.000 millones de ganancias perdidas por año, o 6,5% del PBI”, dice un informe del Eurasia Group. La firma estima que Venezuela embarcó alrededor de 200.000 barriles por día a países del Caribe y América central en 2012 y 115.000 barriles diarios a Cuba. Además, está enviando más petróleo a China, casi medio millón de barriles diarios, según la misma consultora, en parte para hacer frente a los pagos de intereses de su deuda con el país asiático. 

Pocos analistas esperan cambios en las políticas petroleras de Chávez en un futuro cercano. Michael Shifter, presidente del Inter-American Dialogue dijo que “Maduro tendrá que avanzar con cuidado. Si reforma PDVSA podría arriesgar la pérdida del apoyo dentro del Chavismo. Por otra parte, si la situación económica se vuelve completamente inmanejable y Maduro tiene que elegir entre una economía más abierta  y perder control político, podría optar por lo primero, aunque no lo quiera”.

En opinión del Eurasia Group, “bajo un gobierno de sucesión, es probable que PDVSA siga siendo una fuente clave de financiamiento para los programas sociales del gobierno, anulando la capacidad de inversión de la compañía.

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