domingo, 22 de diciembre de 2024

El cupón 2014 del PBI viene de ocasión

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Según el Indec, en el primer trimestre del año el PBI aumentó 3% i.a. El dato publicado potenció las expectativas de pago de los cupones atados al crecimiento de la economía, impactando de manera significativa sobre sus precios.

El crecimiento de 7% i.a. del cuarto mes del año arrojó un incremento acumulado de 4,1% i.a. en lo que va del 2013, generando una nueva escalada sobre la cotización del derivado. El dato de actividad de abril, que salió a los pocos días de publicado el resultado del primer trimestre, fortaleció las expectativas de los inversores, señala un informe de Ecolatina. 
Paradójicamente, el entusiasmo del mercado está fundamentado en la sobreestimación del indicador oficial de actividad.  Desde que salió el dato de actividad del primer trimestre, los cupones acumulan hasta la fecha un notable incremento: más de 14% para la especie en pesos y superan el 18% en dólares.
El optimismo que los inversores percibieron en los primeros meses del año se traslada hacia adelante. Para alcanzar el umbral que gatilla el pago del cupón (+3,22%), el PIB oficial debería crecer “sólo” 2,8% i.a. en lo que resta del año. 
La probabilidad de que esto ocurra es elevada teniendo en cuenta que se compara con “lo peor†de 2012. 
En el segundo trimestre del año pasado, el PBI se estancó (0% i.a.) y en el tercer trimestre de 2012 trepó sólo 0,7% i.a. de acuerdo con las cifras del Indec. 
En el segundo trimestre operarán positivamente el shock de la producción agrícola (la cosecha de soja y maíz habría aumentado 20% i.a.), y el repunte de la construcción y la industria (según cifras oficiales crecieron 9,3% i.a. y 3,4% i.a. entre abril y mayo, respectivamente). 
Por su parte, en el tercer trimestre se espera el impulso del consumo fruto de los estímulos fiscales recientemente otorgados.
De esta manera, si el PIB oficial aumentara 5% i.a. en los próximos dos trimestres (lo cual luce muy probable), la meta de crecimiento se alcanzaría aún con un estancamiento en la última parte del año.
En línea con cifras sectoriales, nuestras estimaciones arrojaron un crecimiento interanual nulo para el PIB en los primeros tres meses del año, afirma Ecolatina en un informe titulado: La sobrestimación oficial del crecimiento aumenta la probabilidad.
De acuerdo con el Indec, el consumo (+6,1% i.a.) fue el motor de la expansión del PBI en el primer trimestre, en tanto cifras alternativas del gasto mostraron un dinamismo marcadamente inferior (en algunos rubros incluso negativo).
En el análisis sectorial la retracción de la producción de bienes parece reflejar la realidad pero llama la atención la “abultada” expansión de los servicios (5,4% i.a.), sobre todo teniendo en cuenta que se compara con el mejor trimestre del 2012 (+6,5% i.a.).
El optimismo que los inversores percibieron en los primeros meses del año se traslada hacia adelante. 
Para alcanzar el umbral que gatilla el pago del cupón (+3,22%), el PIB oficial debería crecer “sólo” 2,8% i.a. 
La probabilidad de que esto ocurra es elevada teniendo en cuenta que se compara con “lo peor†de 2012.
De acuerdo con las proyecciones de Ecolatina, la economía –bien medida- crecerá como máximo 3% en el 2013, por debajo de la meta que gatilla el pago del cupón del PBI. 
El problema es que este instrumento está atado al indicador del Indec, que muy probablemente refleje una expansión superior al 3,22%.
La sobreestimación del nivel de actividad no es una noticia nueva, pero este año puede marcar la diferencia entre afrontar o no un elevado pago adicional en 2014.  
El esfuerzo del Gobierno por mostrar un mayor crecimiento puede ser redituable en términos políticos, pero implica pagar un alto precio fiscal. 
Más aún, de superar las cifras oficiales el umbral mínimo de expansión (+3,22%) en 2013, los vencimientos en moneda extranjera para el año entrante sumarían US$ 2.800 millones adicionales.
El pago extra alteraría el perfil de vencimientos de largo plazo en moneda extranjera que parecía tranquilo para 2014: sin pago del cupón serían los menores de los últimos tres años (US$ 5.400 millones vs. US$ 7.500 millones promedio en 2011-2013).
Con el eventual pago del cupón se perdería el último remanso previo a los abultados vencimientos de 2015 (US$ 11.500 millones en un año de elecciones Presidenciales).
Sobreestimar el crecimiento oficial puede implicar este año un costo elevado en el frente cambiario: se estaría “regalando†un monto que podría entrar en el actual blanqueo de capitales.
El absurdo es más notorio teniendo en cuenta que todo esto se podría haber evitado si se hubiesen utilizado las recompras obligatorias –estipuladas en el canje de deuda de 2005- para rescatar los cupones del PBI en circulación.
 
 
  

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