La cooperación, según informantes allegados al gobierno, se realiza mediante contrato voluntario y no mediante citaciones u ódenes que obliguen a la compañía a participar. La CIA presenta números de teléfono de sospechosos extranjeros de terrorismo y AT&T busca en su base de datos y ofrece los registros de llamadas que podrían ayudar a identificar socios extranjeros. La compañía tiene un archivo inmenso de llamadas telefónicas, tanto nacionales como al extranjero que son manjadas por sus equipos en red.
La revelación de este programa añade una nueva dimensión al debate sobre las espías del gobierno y la privacidad de los registros de comunicaciones que se centró en los programas de la National Security Agency. Como la CIA tiene prohibido espiar las actividades domésticas de los estadounidenses, la agencia impone protecciones de privacidad al programa, dicen los funcionarios informantes hablando de la condición de anonimato porque es clasificada. La mayoría de las llamadas que aporta AT&T implican llamadas extranjero a extranjero, pero cuando la compañía produce registrs de llamadas internacionales con un extremo en Estados Unidos, o revela la identidad de lsos estadounidenses y “enmacara” varios dígitos de sus números de teléfono, dicen los funcionarios.
Sin embargo, la agencia igualmente puede referir esos números enmascarados al FBI , que puede emitir una citación administrativa exigiendo a AT&T que presente la información sin censuras. El buró maneja todas las investigaciones domésticas, pero a veces comparte con la CIA la información sobre participantes estadounidenses en esas llamadas.