Ahora dice que el traspaso no lo puede lograr en plazo previsible. La solución, explica hoy el New York Times, está en sacar totalmente al conductor del acto de manejar.
La compañía comenzó con una flota de 100 autos eléctricos experimentales que tienen todos lsos controles de los autos modernos. El venículo para dos personas se ve como un Fiat 500 ultracompacto o como el auto inteligente de MNercedes-Benz solo que no tiene volante ni pedales ni cambios. Las únicas cosas que controla el conductor es el botón rojo para parar en caso de pánico y otro botón para arrancar.
Al auto se lo podrá llamar con una aplicación en el Smartphone. Levantaría un pasajero y conduciría en forma automática al destino elegido en una aplicación del teléfono sin intervención humana.
Según el New York Times, Gopogle no ha dicho si tiene la intención de meterse en el negocio de la fabricación de autos o si piensa simplemente aportar la tecnología a los fabricantes, pero dice que hay muchas posibilidades si puede convencer a los organismos reguladores de permitir autos sin conductores. Una posible aplicación son los taxis sin taxistas.
Pero el plan así trazado presenta problemas. Como admite Sergey Brin, cofundador de Google e involucrado personalmente en el proyecto, pedirle a un pasajero humano , que podría estar leyendo o pensando en otras cosas, que asuma el control en una emergencia es algo que no va a funcionar.
Por eso ha introducido cambios y está preparando una nueva estrategia.