Una pequeña startup llamada Enervault y situada en California, acaba de presentar una batería que podría aumentar la cantidad de energía renovable que pueden usar las empresas de servicios públicos. La tecnología está basada en materiales baratos, en general descartados por los investigadores porque suponían que no serían ni duraderos ni prácticos.
Esta compañía, en cambio, afirma que ha encontrado la forma de hacer que las baterías duren varias décadas. Lo está demostrando con una enorme batería que almacena un mega watt-hora de electricidad, suficiente para alimentar 10.000 focos de 100 vatios durante una hora. Dice, también que ha testeado una versión más chica durante dos años con buenos resultados.
Se trata de una batería que llaman tipo flujo, porque los materiales de almacenamiento de energía están en forma líquida. Están almacenados en grandes tanques hasta que se los necesita; en ese momento se los bombea a través de un dispositivo relativamente pequeño donde interactúan para generar electricidad. . construir tanques más grandes es relativamente económico, entonces cuanto más almacenamiento se necesite, más ahorro se logra. Eso significa que las baterías son ideales para almacenar horas o días de electricidad, y no para mandar golpes violentos de energía.
La particular versión de esta tecnología que hace Enervault usa hierro, agua y cromo, todos materiales baratos que vienen siendo probados en baterías desde los años 70. Pero generaban reacciones químicas no deseadas. Por ejemplo, el hidrógeno que desprendían las hacía degradar, lo que disminuía la cantidad de energía que podrían almacenar.
Enervault demostró que esas reacciones no deseadas son reversibles, y así resolvió los problemas de la química del hierro y el cromo.
El problema es que la tecnología es eficiente a menos de 70% porque pierde 30% de la electricidad usada para cargar la batería. La compañía asegura que igualmente los números dan bien.