Crecerían las tasas o directamente no tendría acceso al crédito, por estar controlada por el Estado, señala la publicación especializada Energía Estratégica, que dirige Gastón Fenes.
A través del ministro de Economía, Axel Kicillof, el Gobierno aclaró que el país no ingresó en cesación de pagos. “Es una pavada atómica decir que hoy entramos en default”, refutó el funcionario ayer a los dirigentes que así lo señalaron luego de que no se alcanzara un acuerdo con los fondos buitres.
Más allá de este mensaje de tranquilidad que intentan instalar las primeras líneas del kirchnerismo, la posibilidad real de entrar en default está, por más que pueda sonar descabellado en un contexto económico que, si bien no es próspero, tampoco se asemeja al de finales de la década de los 90 y principios de 2000, cuando el Estado se declaró en quiebra frente a sus acreedores.
Un consultor en asuntos petroleros que prefirió no ser citado en la nota explicó que en caso de que Argentina no pueda coordinar un plan de pagos con los fondos buitres, los memorando de entendimiento que YPF firmó con compañías de primer nivel quedarían postergados, hasta tanto se resuelva el panorama financiero.
Entre las consecuencias destaca que otras firmas que estaban por su cuenta analizando proyectos para apostar a los hidrocarburos no convencionales, también van a permanecer a la expectativa, demorando las tareas de exploración. Sobre todo ahora que el Gobierno no pudo conseguir el consenso necesario para impulsar su propia ley de hidrocarburos, que en general establece beneficios para los inversores y brinda previsibilidad en el mediano y largo plazo.
Lo peor que podría pasar es que los tenedores de bonos argentinos que no se sumaron a la reestructuración de deuda y reclaman ante la justicia de Estados Unidos avancen sobre los activos de Vaca Muerta, tal como advirtió el secretario Legal y Técnico de la presidencia, Carlos Zannini, días atrás: “Vienen por Vaca Muerta, vienen por el agua, vienen por los alimentos que podemos producir”
“Si hubiera un embargo sobre activos de YPF el riesgo puede ser enorme”, analizó una fuente consultada. De todas maneras, ubicó esta alternativa como la menos probable.
Ahora bien, si los buitres no llegan a este último recurso pero Argentina igual entra en default, los planes de YPF para explotar el crudo y gas de las rocas de esquisto también se verían limitados: “No va a tener crédito externo o se va a encarecer”, plantean los referentes de la industria.
Sin dudas, los bonos que colocó en el exterior para hacerse de recursos alcanzaron un porcentaje importante en el total de inversiones sobre Vaca Muerta años anteriores y la idea de Miguel Galuccio, el CEO de YPF, es seguir por el mismo camino. Son fondos que necesita, al igual que el capital fresco de Chevrón.
En septiembre del año pasado, la empresa estatal colocó un bono por 150 millones de dólares, que en más del 96 por ciento fue suscripto por fondos de inversión extranjeros. Las obligaciones negociables que corresponden a la Clase XXIV vencen el 15 de agosto de 2018 y pagan una tasa variable equivalente a la Libor más un plus del 7,5% , lo que arroja un interés de alrededor del 8 por ciento.