viernes, 22 de noviembre de 2024

Trucos para optimizar la videovigilancia

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Más allá de las cámaras de monitoreo público, esta tecnología conquistó también el ámbito privado: hoy son muchas las personas que adquieren cámaras para la protección de sus hogares, empresas y locales.

En el último tiempo, las cámaras de seguridad han experimentado una notable evolución: desde aquellos primeros modelos de imagen monocromática y cierta lentitud, actualmente las cámaras transmiten en tiempo real y a todo color. Incluso, en condiciones adversas, existen tecnologías con una excelente definición en imágenes nocturnas y entornos de niebla o lluvia, sostuvo Cristian Giugliano, gerente comercial de Conectia.

 

Sin embargo, destacó un punto central: la ubicación de las cámaras debe tener en cuenta ciertos aspectos para que el sistema sea realmente efectivo.

 

“De nada sirve contar con la última tecnología si no se consideran ciertas recomendaciones esenciales relacionadas con el uso que se le va a dar a la cámara”, dijo.

 

Las cámaras para uso corporativo requieren una menor altura que las de uso residencial. Esto tiene que ver con el tránsito de gente: mientras el uso residencial indica que generalmente van a ser personas conocidas las que ingresen a la casa y requiere un monitoreo general del espacio, en las empresas es mucho mayor el ingreso de personas y se necesita ver más en detalle.

 

“Por este motivo, en el caso de los hogares, lo correcto es ubicar la cámara entre los 3 y 4 metros mientras que –en el caso de las empresas- se aconseja ubicarlas un poco más abajo”, precisa.

 

Por otro lado, recomienda evitar un ángulo de visión elevado ya que -cuanto más elevado sea la perspectiva- más complicado es reconocer los rostros. Es importante también evitar la contraluz y minimizar los reflejos al momento de colocar una cámara en exteriores.

 

En el caso de los locales, como las cámaras tienen la función no sólo de prevenir delitos sino de controlar la mercadería, se recomienda tener una cámara en el ingreso y otra registrando los movimientos de la caja. Otra solución que se utiliza mucho en estos casos son los domos que permiten tener una visión general del lugar.

 

A la hora de colocar una cámara es fundamental tener en cuenta la iluminación. Es recomendable añadir focos de luz tanto en interiores como en exteriores para favorecer las condiciones necesarias para captar imágenes con nitidez.

 

Cuando hablamos de instalaciones en exteriores debemos tener en cuenta que la luz del sol experimenta variaciones durante el día y que hay que evitar que la luz impacte de manera directa en la cámara porque puede afectar el sensor de imagen. De ser posible lo mejor es colocar la cámara de tal manera que el sol brille por detás.

 

Un inconveniente bastante de común y de fácil resolución es el contraluz, que ocurre cuando se intenta captar la imagen de un objeto que se encuentra delante de una ventana. La mejor manera de evitarlo es modificar el entorno utilizando plantas y cortinas, o añadiendo iluminación frontal.

 

Es importante ubicar las cámaras en espacios abiertos y no escondidas en lugares donde se dificulte la visualización de las imágenes. Incluso tener cámaras a la vista ayuda a disuadir posibles delitos. También se suele reforzar la presencia de las cámaras con la colocación de carteles como “Por su seguridad, lo estamos filmando”, “Este local no dispone de dinero en efectivo” y otros mensaje similares.

 

Otro consejo, si la cámara va a estar ubicada en el exterior, es recubrirla con una protección para evitar daños y/o obstrucciones.

 

Por último, es importante tener la computadora desde donde se monitorean las cámaras fuera de la vista y del acceso del público.

 

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