Este metal distribuye el calor en forma más pareja que otros metales o aleaciones, tanto que muchas ollas y sartenes traen una capa de cobre en su i9nterior. Ahora vuelve a ollas, cacerolas y sartenes. Luego de ver durante largo tiempo a los chefs cocinando en televisión con instrumentos de cobre, los y las cocineras en los hogares están volviendo a usar ese metal que ahora viene en elegantes utensilios y electrodomésticos. El último juego aparecido en el mercado está compuesto por una máquina expreso, una procesadora y una juguera.
“El cobre marca la tendencia del momento” dice Wendy Miranda entrevistada por el diario The Independent de Londres. La gerente de productos en Lakeland—compañía especializada en baterías de cocina y electrodomésticos pequeños – dice que es la primera vez en 20 años que Lakeland tiene la gama completa de productos de cobre y que las ventas han subido 50% este año.
La calidad, absolutamente alta, significa precios imposibles. En Harrods, un juego de seis piezas de cacerolas Mauviel forradas en acero inoxidable impacta con la friolera de £1.499 y una sola cacerola de 18cm de diámetro de la misma marca, con tapa, cuesta en Selfridges £255.
No es solo estética. Detrás de la popularidad del cobre están las fantásticas cualidades para la cocción de los alimentos. Como sabe todo chef o dulcero, el cobre conduce admirablemente el calor, y hace que los alimentos se calienten rápidamente y se cocinen parejos. “Es fantástico para hacer huevos revueltos y cremas”, dice Camilla Schneideman, directora gerente de la Leiths School of Food and Wine en Londres, donde se usan exclusivamente utensilios de cobre para cocinar.
Los bols de cobre se han usado tradicionalmente para batir claras de huevo porque el metal las cuaja antes y mejor que otros metales.
Una de las razones que explican el regreso del cobre es la nueva tecnología que permite forrarlo con acero inoxidable, más fácil de mantener que el estaño que se usaba antes; también es más seguro. Forrarlo es necesario, porque el cobre puede ser tóxico si se lo usa para cocinar alimentos ácidos (aunque sin forrar es muy seguro con huevos o con mermeladas azucaradas). Las capas de estaño (comúnmente llamado lata) se gastan y hay que reemplazarlas. Antes los cocineros dejaban que las capas se gastaran y a veces los resultados eran desastrosos. La gente se enfermaba luego de comer alimentos cocinados en ollas de cobre mal forrado.
El único gran inconveniente que presenta el cobre es su limpieza. Como se opaca, hay que limpiarlo con limpiametales. Y en estos tiempos de apurones, mucha gente lo descarta sin más pensarlo. Otros – cada día más – creen que la limpieza es un justo precio a pagar por sus ventajas.