Un análisis realizado por la Fundación Observatorio Pyme da cuenta que la caída intertrimestral (sin estacionalidad) de las cantidades vendidas durante el tercer trimestre del año volvió a acelerarse, disminuyendo un 4 %, mientras que durante abril a junio esta contracción había sido de sólo 1%.
De esta forma, en términos interanuales el III trimestre de 2014 mostró una reducción en las cantidades vendidas por las PyME industriales del 15%.
La esperanza que se vislumbró durante el II trimestre sobre una reactivación económica a partir de una mejora en la competitividad vía el ajuste del tipo de cambio realizado por el Banco Central en enero se ha desvaneciendo.
En efecto, la opinión de los empresarios PyME industriales es que el tipo de cambio “adecuado” para el desarrollo sostenible (bajo el actual nivel de precios) de su negocio en el mercado local y de sus exportaciones es de 10,57 pesos por dólar, es decir, un 23% superior al tipo de cambio oficial vigente.
El análisis sobre la evolución de la ocupación muestras señales poco optimistas debido a que luego de un descenso del 1% durante el tercer trimestre frente al segundo, acumula una caída del 3% en forma interanual.
Frente a la persistencia de la recesión, las estadísticas de FOP señalan que las empresas podrían estar dejando de utilizar el mecanismo de ajuste en las horas trabajadas del personal productivo para pasar directamente a la reducción permanente en la planta de ocupados.
Por otra parte, el ritmo de incremento trimestral de los precios que las empresas practican con sus clientes fue de 6,6%, exactamente igual a la suba registrada para el mismo trimestre de 2013. Esto se traduce en una estabilización en el ajuste de precios que las PyME industriales logran trasladar a sus clientes, variaciones que actualmente en promedio alcanzan el 40% interanual. Este nivel de incremento de precios es muy inferior al ritmo de suba de los costos de producción declarado por los empresarios, que supera el 60% anual. La actual dinámica de precios y costos será difícil de sostener en el tiempo.
Con respecto a las perspectivas para el año próximo, los indicadores cualitativos relevados por FOP de acuerdo a las opiniones de los empresarios muestran una situación compleja.
Por un lado, el índice de confianza empresarial PyME (ICEPyME) ha dejado de caer frente a la medición anterior (agosto 2014), luego un año completo de permanente disminución.
El leve repunte proviene de la mejor consideración sobre la situación actual en relación a las percepciones de agosto, pero sigue siendo peor frente al mismo período del año anterior.
Sin embargo, si bien la confianza sobre el futuro se mantiene por arriba de la confianza en el momento actual, no se observa que las expectativas a mediano plazo hayan incrementado su optimismo.
Por último, las previsiones sobre la rentabilidad en el próximo año muestran un neto empeoramiento.
